Los gránulos de plástico, las bioperlas y otros microplásticos están contaminando las costas de todo el mundo y nuevas investigaciones muestran marcadas diferencias regionales en los tipos y concentraciones de plástico encontrados.
por la Universidad de Portsmouth

Los hallazgos provienen de un estudio de la Universidad de Portsmouth que utiliza datos de Big Microplastic Survey (BMS), uno de los proyectos de ciencia ciudadana más grandes de su tipo, que analizó 1.089 encuestas realizadas por voluntarios en 39 países entre 2018 y 2024. El estudio , publicado en Environmental Monitoring and Assessment , examinó casi 59.000 piezas de plástico para mapear los patrones globales de contaminación costera .
La investigación reveló que los nurdles (gránulos de plástico de preproducción) fueron el tipo de plástico más común registrado. Los Países Bajos reportaron los niveles más altos, 14 veces superiores a los del siguiente país más afectado, principalmente como resultado de un desastre con un contenedor de transporte. Las bioesferas, ampliamente utilizadas en el tratamiento de aguas residuales , también mostraron una alta concentración en los Países Bajos y Honduras, con el Reino Unido en tercer lugar, según el promedio de recuentos por muestra.
En cambio, los plásticos secundarios (fragmentos que se descomponen de objetos más grandes) se encontraron con mayor frecuencia en Kenia y Honduras. El poliestireno expandido fue especialmente frecuente en Tailandia, Indonesia y Portugal. En todos los países, predominaron los plásticos blancos, seguidos de los transparentes u opacos, los azules y los verdes.
Además de los datos sobre contaminación, el estudio demostró cómo la ciencia ciudadana puede funcionar a escala global. Se registraron más de 1000 inscripciones para participar en el proyecto, procedentes de 66 países, siendo Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia los países con mayor número de inscripciones.
Sin embargo, menos de uno de cada cinco inscritos presentó sus datos, lo que pone de relieve los desafíos de mantener la participación voluntaria. Cuando los proyectos tuvieron éxito, a menudo fueron impulsados por organizaciones no gubernamentales, que demostraron ser las más eficaces contribuyentes y, con frecuencia, responsables de la mayor parte de las encuestas en sus regiones.
El autor principal, el Dr. David Jones, de la Universidad de Portsmouth, afirmó: «Nuestros resultados demuestran que la contaminación por plásticos no es solo un problema local, sino una crisis global, con diferentes regiones que enfrentan desafíos diferentes. Miles de voluntarios han participado en la Gran Encuesta sobre Microplásticos, lo que demuestra el poder de la ciencia ciudadana para recopilar datos a una escala que los métodos tradicionales por sí solos jamás podrían lograr».
La investigación destaca la creciente importancia de la ciencia ciudadana para apoyar los esfuerzos internacionales en la lucha contra la contaminación por plásticos. En 2022, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente acordó un tratado jurídicamente vinculante para erradicar la contaminación por plásticos, que insta a los Estados miembros a mejorar la vigilancia y la presentación de informes. El tratado aún se encuentra en fase de negociación.
La Dra. Michelle Hale, directora de la Facultad de Medio Ambiente y Ciencias de la Vida de la Universidad de Portsmouth, añadió: «Si bien los datos recopilados por voluntarios tienen limitaciones, la ciencia ciudadana puede subsanar deficiencias críticas, sobre todo en regiones donde los recursos para el monitoreo ambiental son limitados. Además, contribuye a fomentar la participación comunitaria, un paso fundamental para combatir la contaminación por plásticos en su origen».
El estudio concluye que combinar la ciencia ciudadana con los métodos científicos tradicionales podría ofrecer el enfoque más eficaz para rastrear la propagación de microplásticos y diseñar políticas para reducirlos.
La Universidad de Portsmouth alberga el Revolution Plastics Institute, que se dedica a encontrar soluciones que aborden la contaminación plástica y a generar una comunidad de investigadores de plásticos con relevancia mundial.
El Instituto busca afrontar urgentemente la crisis mundial del plástico mediante investigación e innovación inclusivas y centradas en soluciones para apoyar la transición hacia un futuro sostenible en el uso del plástico. Los proyectos abarcan todas las disciplinas, combinando creatividad, investigación e innovación para abordar el impacto del plástico.
Más información: David M. Jones et al., La posible contribución de los datos de ciencia ciudadana al estudio de la distribución costera de microplásticos y mesoplásticos, Environmental Monitoring and Assessment (2025). DOI: 10.1007/s10661-025-14354-2










