Inteligencia artificial y satélites ofrecen esperanzas para el clima


GINEBRA – Las nuevas tecnologías satelitales y la inteligencia artificial (IA) ofrecen oportunidades para implementar acciones con las cuales resistir la crisis climática, ha reconocido la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en el actual contexto marcado por crecientes calor, incendios e inundaciones.



Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, expresó que “la inteligencia artificial y el aprendizaje automático son tecnologías potencialmente transformadoras cuya aparición está revolucionando el pronóstico meteorológico, dado que pueden agilizarlo, abaratarlo y hacerlo más asequible”.

Expuso que “las tecnologías satelitales de vanguardia y la realidad virtual que tiende puentes entre el mundo físico y el digital abren todo un abanico de oportunidades, por ejemplo, en la gestión del suelo y el agua”, afirmó Celeste Saulo.

“Sin embargo, por sí solas, la ciencia y la tecnología no bastan para encarar retos mundiales como el cambio climático y el desarrollo sostenible”, puntualizó.

Sus comentarios se produjeron en un contexto de incendios forestales mortales en América Latina y Portugal, junto con inundaciones catastróficas en Europa central vinculadas a la tormenta Boris, en zonas de Austria, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania.

En Bolivia cerca de cuatro millones de hectáreas han sido devastadas por incendios forestales, y diferentes zonas del país fueron declaradas en emergencia. El norte de Portugal ha registrado más de 100 incendios. Las inundaciones en Europa central provocaron la muerte de 20 personas.

También hay inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por el tifón Yagi que han devastado Vietnam, Myanmar, Laos y Tailandia.

“La ciencia es clara: estamos muy lejos de alcanzar los objetivos climáticos globales. 2023 fue el año más cálido registrado con gran diferencia. Los datos indican que los primeros ocho meses de 2024 también son los más cálidos registrados”, dijo Saulo.

La organización estadounidense Climate Central, de científicos y comunicadores, divulgó este miércoles 18 un estudio según el cual en el punto álgido del calor mundial este año, el 13 de agosto, más de 4000 millones de personas se enfrentaron a temperaturas inusualmente altas, debido al cambio climático.

El estudio indicó que en 72 países y territorios se registró el periodo junio-agosto más caluroso en al menos 54 años, y 180 ciudades del hemisferio norte sufrieron al menos una ola de calor extremo de cinco días o más.

Saulo hizo un llamamiento a “una acción urgente y ambiciosa” en apoyo del desarrollo sostenible, la acción climática y la reducción del riesgo de desastres, ya que “las decisiones que tomemos hoy podrían ser la diferencia entre un colapso futuro o un avance hacia un mundo mejor”.

Según los datos que maneja la OMM, hay 86 % de probabilidades de que al menos un año en los próximos cinco supere a 2023 como el año más cálido registrado.

También hay 80 % de probabilidades de que la temperatura media mundial cercana a la superficie supere temporalmente los 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales en al menos uno de los próximos cinco años.

La inmensa mayoría de los Estados pactaron, con el acuerdo de París de 2015, trabajar para que ese umbral de 1,5 °C sobre la temperatura promedio en la era preindustrial (1850-1900) no sea traspasado antes del año 2050, y para que el promedio no exceda de dos grados centígrados a finales de siglo.

Se han logrado avances en la mitigación de las emisiones globales de gases de efecto invernadero –causantes del calentamiento global-, que se esperaba que aumentaran 16 % entre 2015 y 2030, y ahora se prevé un aumento de tres por ciento.

“Pero la brecha de emisiones sigue siendo alta”, según los informes de la OMM.

La organización advierte además que, si no se modifican las políticas actuales, existe una probabilidad de 66 % de que el calentamiento global alcance los tres grados centígrados en este siglo.

Para alcanzar niveles compatibles con limitar el calentamiento global, las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2030 deben reducirse hasta en 42 % con respecto a los niveles que se prevé que generen las políticas actuales.

Frente a esa realidad es que Saulo expuso que se requieren “acciones urgentes y ambiciosas”  y aprovechar las innovaciones en las observaciones de la Tierra desde el espacio, que han ayudado a mejorar el monitoreo de las fuentes de gases de efecto invernadero y los sumideros de carbono.

También destacó el potencial de las nuevas tecnologías, como el “gemelo digital”, que crea una réplica virtual de un objeto físico, como la Tierra, y la realidad virtual, que ofrece entornos simulados para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y mejorar la preparación para desastres.