Un estudio internacional liderado por el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC), ha demostrado que a medida que aumenta el número de factores de cambio global, los ecosistemas terrestres se vuelven más sensibles a los impactos del cambio global.
por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Los resultados, publicados en la revista Nature Geoscience , muestran que la resistencia de nuestros ecosistemas al cambio global disminuye significativamente a medida que aumenta el número de estresores ambientales, especialmente cuando este estrés se mantiene en el tiempo.
A esta conclusión ha llegado el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento de Ecosistemas (BioFunLab) del IRNAS-CSIC tras analizar 1.023 experimentos de cambio global en todo el mundo en colaboración con 10 instituciones internacionales, entre ellas el Centro Alemán de Investigación Integrativa de la Biodiversidad (iDiv) Halle-Jena-Leipzig, la Universidad de Alicante, la Northeast China Forestry University, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en EE.UU. y la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia.
“Los ecosistemas terrestres están sujetos a una miríada de factores de cambio climático y degradación ambiental, entre los que se incluyen el calentamiento global , los procesos de sequía, la contaminación atmosférica, los incendios o el sobrepastoreo entre muchos otros. Sabemos que estos factores de cambio global impactan en la capacidad de nuestros ecosistemas para proporcionar servicios como el secuestro de carbono o la fertilidad del suelo que son claves en la lucha contra el cambio climático y en la producción de alimentos.
«Lo que no sabíamos es cómo un aumento en el número de factores de cambio global afecta la capacidad de los ecosistemas para resistir este cambio global», explica Manuel Delgado Baquerizo, líder de BioFunLab y autor principal del artículo.
«Nuestras investigaciones muestran que a medida que aumenta el número de factores de cambio global a los que sometemos a nuestros ecosistemas, éstos se vuelven cada vez más sensibles y reducen su capacidad natural para resistir los impactos de las perturbaciones ambientales».
El estudio también demuestra que los efectos continuos del cambio global sobre los ecosistemas terrestres contribuyen a reducir la capacidad natural de los ecosistemas para soportar un aumento en el número de factores globales de cambio. Esta conclusión se alcanzó tras analizar 15 años de datos de un experimento realizado en Estados Unidos sobre los impactos de múltiples factores de cambio global sobre servicios ecosistémicos tan importantes como la producción primaria.
“Nuestros resultados muestran que la exposición prolongada a múltiples factores del cambio global, como el aumento del CO2 y el calentamiento, disminuye gradualmente la capacidad de los ecosistemas para mantener servicios esenciales como la productividad primaria. Esto es crucial para entender las limitaciones a las que nos enfrentaremos en recursos vitales como el agua y el nitrógeno”, explica Emilio Guirado, coautor del trabajo de la Universidad de Alicante.
«Nuestro estudio demuestra que el aumento de los factores de cambio globales reducirá significativamente la resiliencia de los ecosistemas al cambio global. Sin embargo, este efecto es mucho más pronunciado en la capacidad de los ecosistemas para proporcionarnos servicios ecosistémicos que en la biodiversidad de nuestros ecosistemas», explica Guiyao Zhou, autor principal del artículo y miembro del BioFunLab.
«Estos hallazgos muestran que la sostenibilidad de nuestros ecosistemas depende de la reducción del número de factores de cambio globales asociados con la actividad humana», concluye Zhou.
Más información: Guiyao Zhou et al, La resistencia de los servicios ecosistémicos al cambio global se ve debilitada por el aumento del número de factores de estrés ambientales, Nature Geoscience (2024). DOI: 10.1038/s41561-024-01518-x . www.nature.com/articles/s41561-024-01518-x