Cuando nuestro planeta y la luz solar entrante se alinean perfectamente, pueden ocurrir fenómenos asombrosos como arcoíris y halos. Con mayor frecuencia, la luz solar (o radiación de onda corta) interactúa con la Tierra de maneras sutiles pero curiosas.
por la Academia China de Ciencias
Un nuevo estudio de perspectiva, publicado en Avances en Ciencias Atmosféricas , describe cómo la investigación sobre la radiación de onda corta ha mejorado la comprensión fundamental de la Tierra. El estudio también presenta perspectivas prometedoras sobre cómo estos avances pueden continuar en el futuro.
Los conocimientos científicos derivados de la radiación de onda corta tienen una larga historia. «Tradicionalmente ha habido mucho interés en comprender la variabilidad de la radiación de onda corta», afirmó el autor Jake Gristey, del CIRES de la Universidad de Colorado, también afiliado al LASP y al Laboratorio de Ciencias Químicas de la NOAA. «Existen numerosas aplicaciones prácticas que benefician directamente a la sociedad, desde la agricultura hasta las energías renovables y la calidad del aire».
En el nuevo estudio, Gristey destaca tres ejemplos de investigaciones sobre radiación de onda corta que han recibido notable atención recientemente.
En primer lugar, se señala un desafío clave para los modelos informáticos actuales de la atmósfera: la radiación de onda corta casi siempre se representa en una serie de columnas separadas.
«Por lo tanto, no se tiene en cuenta el transporte de radiación de onda corta en dirección horizontal, o entre columnas», afirmó Gristey. Se ha demostrado que el transporte horizontal de radiación de onda corta será cada vez más importante para realizar simulaciones precisas a medida que los modelos atmosféricos avanzan hacia mallas espaciales más finas, lo que exige nuevas investigaciones.
En segundo lugar, se analizan las lagunas en las mediciones satelitales a diferentes horas del día. «La radiación de onda corta reflejada por la Tierra puede variar drásticamente a lo largo del día, pero muchos satélites solo miden partes limitadas del día», añadió Gristey.
Sostiene que los recientes avances en tecnología de satélites pequeños y en miniaturización de sensores podrían utilizarse para abordar esta importante brecha de medición con una constelación rentable de satélites pequeños en el futuro cercano.
En tercer lugar, se aborda la estructura espectral de la radiación de onda corta. «La radiación de onda corta se compone, en realidad, de un espectro de diferentes colores —o longitudes de onda— que contienen una vasta información», afirmó Gristey.
Se ha demostrado que los cambios en la superficie y la atmósfera terrestres pueden inferirse a partir de mediciones satelitales de la radiación espectral de onda corta reflejada. Gristey espera que una próxima flota de satélites impulse nuevos avances en el uso de la radiación espectral de onda corta para comprender la Tierra.
El nuevo estudio es parte de un número especial del Simposio Internacional de Radiación 2024 , donde Gristey dictó una conferencia sobre estas perspectivas como ganador del Premio al Joven Científico de la Comisión Internacional de Radiación 2024.
Más información: Jake J. Gristey, Una perspectiva sobre los flujos de energía radiativa de onda corta en el sistema terrestre, Avances en Ciencias Atmosféricas (2025). DOI: 10.1007/s00376-025-5061-x
