Preguntas y respuestas: Por qué la salud planetaria es el primer paso hacia un futuro sostenible


Andrew Lakoff estudia cómo los expertos, en áreas que van desde la salud pública hasta el medio ambiente y la seguridad, generan conocimiento y planifican un futuro incierto. Formado como antropólogo de la ciencia y la medicina, Lakoff es profesor de sociología y antropología en la Facultad de Letras, Artes y Ciencias Dornsife de la USC, donde también es director fundador del Centro Dornsife de Ciencia, Tecnología y Vida Pública (STPL) de la USC.


por la Universidad del Sur de California


La STPL lanzó recientemente un proyecto de investigación colaborativa sobre el tema «La ciudad en soporte vital: Los Ángeles como laboratorio para la salud planetaria». El proyecto reúne a humanistas y científicos sociales con científicos ambientales y de la salud para investigar la relación entre los ecosistemas planetarios y la salud pública urbana.

Este Mes de la Tierra, USC News habló con Lakoff sobre la importancia de la salud planetaria y cómo nuestro bienestar está profundamente entrelazado con la salud de los ecosistemas de la Tierra.

¿Cómo define usted personalmente la salud planetaria y en qué se diferencia de la salud pública tradicional o de la ciencia ambiental?

La salud pública tradicional tiende a centrarse en el ser humano, incluso si se ocupa de los efectos de los contaminantes tóxicos en la salud humana o de la propagación de patógenos zoonóticos a las poblaciones humanas. El concepto de salud planetaria, en cambio, enfatiza que la salud humana depende del bienestar de los ecosistemas planetarios.

El aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos: todas estas fuentes de sustento dependen del funcionamiento de lo que los defensores de la salud planetaria describen como los «sistemas de soporte vital» de la Tierra. Si las colonias de abejas colapsan debido al uso de pesticidas , nuestro sistema alimentario se ve afectado; si el cambio climático provoca incendios forestales masivos , nuestra capacidad respiratoria se ve comprometida. En otras palabras, la salud planetaria es una forma de concebir nuestra relación con el mundo no humano como una relación de interdependencia.

¿Qué fue lo que le atrajo inicialmente a esta área de investigación y por qué continúa inspirando su trabajo?

Mi propia investigación analiza los sistemas de conocimiento experto sobre la salud y el bienestar humanos: ¿Cuáles son sus suposiciones sobre el origen de la enfermedad y la base de la curación? ¿Cómo conciben la relación del organismo con su entorno?

Me resulta fascinante la propuesta de definir una nueva área de conocimiento e intervención, la «salud planetaria», ya que busca integrar lo que a menudo se consideran dominios separados. Sus defensores argumentan que, con los procesos de modernización e industrialización, nos hemos centrado en el crecimiento económico y la prosperidad, pero que esto ha ido en detrimento del bienestar del mundo no humano y ha puesto en riesgo nuestra propia salud.

Si pudiera rediseñar un aspecto de la sociedad moderna para alinearlo mejor con la salud planetaria, ¿cuál sería y por qué?

Es interesante reflexionar sobre cómo podría ser un enfoque de «salud planetaria» para rediseñar nuestro sistema alimentario. Presumiblemente, usaríamos menos pesticidas y aditivos químicos, trataríamos al ganado con más humanidad, protegeríamos el hábitat de las pesquerías y consumiríamos menos alimentos procesados. Se evaluaría la salud de los alimentos no solo en términos de su contenido calórico y los nutrientes que aportan al cuerpo humano, sino también en términos de los efectos de su producción en el bienestar de los ecosistemas. De esta manera, la salud planetaria es una forma de vincular una ética de responsabilidad hacia los demás con nuestro propio autocuidado.

¿Qué ofrece un enfoque de salud planetaria a las comunidades que se recuperan de desastres provocados por el clima, como los incendios forestales de Los Ángeles, especialmente en lo que respecta a la resiliencia y la justicia a largo plazo?

La salud planetaria es una forma de recordarnos que procesos que pueden parecer lejanos y abstractos —la cantidad de gases de efecto invernadero que liberan las actividades humanas cada año o la cantidad de residuos tóxicos que se desechan—, de hecho, tienen un impacto directo en la posibilidad de prosperar donde vivimos. Si pudiéramos vincular directamente los costos de eventos catastróficos como los incendios forestales —no solo para quienes pierden sus hogares, sino para todos los que respiramos el humo de los incendios forestales o incluso para quienes aumentan las primas de los seguros—, si pudiéramos integrar esos costos en el precio del carbono, impulsaríamos una vida económica más resiliente y más justa.

Mirando hacia el futuro, ¿qué te da esperanza?

Este es quizás un momento difícil para la esperanza, ya que enfrentamos ataques directos a los esfuerzos por generar el tipo de conocimiento que mejoraría la salud del planeta. Pero sigo impresionado por la energía y la imaginación de quienes luchan por superar la era de la extracción descontrolada de recursos y la contaminación planetaria. Este es el momento de seguir alzando la voz a favor de la vida humana y no humana.