Los ríos atmosféricos más grandes y húmedos: cómo el cambio climático los está transformando


Los llamados “ríos atmosféricos” —corrientes de vapor de agua que serpentean por la atmósfera y transportan enormes cantidades de humedad desde los trópicos hacia latitudes medias— se han convertido en protagonistas silenciosos del nuevo clima global. En 2025, la ciencia confirma que estos sistemas están cambiando de forma acelerada: son más frecuentes, más extensos y mucho más intensos. Lo que antes era un fenómeno meteorológico puntual, ahora se ha convertido en un factor estructural del régimen de lluvias y de los eventos extremos que azotan regiones enteras.


Redacción Noticias de la Tierra


Una investigación coordinada por la NASA y la Universidad de Reading, publicada en Nature Climate Change, analizó datos satelitales de los últimos 40 años y descubrió un incremento del 25 % en la frecuencia global de ríos atmosféricos de categoría fuerte o extrema. Estos “ríos del cielo” pueden transportar hasta 15 veces el caudal del Amazonas en forma de vapor, generando lluvias torrenciales e inundaciones catastróficas cuando chocan con sistemas montañosos o frentes fríos.

El estudio atribuye este aumento al calentamiento de los océanos y de la troposfera, que incrementa la capacidad del aire para retener humedad. Por cada grado Celsius que sube la temperatura global, la atmósfera puede almacenar aproximadamente un 7 % más de vapor de agua. Esto significa que las tormentas asociadas a los ríos atmosféricos ahora descargan volúmenes mucho mayores de lluvia o nieve en lapsos más cortos, intensificando los daños y la erosión.

Los científicos destacan que este fenómeno no se limita a una región específica. En California, por ejemplo, los ríos atmosféricos fueron responsables de casi el 80 % de las precipitaciones extremas registradas en 2023 y 2024, contribuyendo a la recuperación de embalses pero también provocando deslizamientos de tierra y daños millonarios en infraestructura. En Europa occidental, episodios similares afectaron en 2024 a Alemania y los Países Bajos, con inundaciones que superaron las marcas históricas de 2021. En Sudamérica, un sistema de ríos atmosféricos proveniente del Atlántico tropical provocó lluvias sin precedentes en el sur de Brasil y el norte de Argentina.

Los nuevos modelos climáticos elaborados por el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) muestran que, de mantenerse las tendencias actuales, la longitud media de los ríos atmosféricos aumentará un 15 % para 2050, y su contenido de humedad un 30 %. En la práctica, esto significa lluvias más intensas y persistentes, seguidas por periodos de sequía más prolongados en las mismas regiones, un patrón que ya se está observando en zonas costeras del Pacífico y el Atlántico.

Los expertos subrayan que los ríos atmosféricos no son intrínsecamente destructivos. De hecho, constituyen un componente natural del ciclo hidrológico global y aportan gran parte de la nieve y lluvia que alimentan los glaciares, ríos y acuíferos. El problema surge cuando su intensidad excede la capacidad de absorción del suelo o coincide con sistemas frontales fríos que amplifican la precipitación. Esto convierte a los ríos atmosféricos en verdaderas “arterias climáticas” cuyo comportamiento está siendo alterado por el calentamiento global.

Para mitigar sus impactos, las agencias meteorológicas están desarrollando sistemas avanzados de predicción y monitoreo satelital. El programa internacional Atmospheric River Watch 2025 combina datos de microondas y radares de apertura sintética para anticipar la trayectoria de estos corredores de humedad con varios días de antelación. Esta información permite activar alertas tempranas y gestionar mejor los embalses y la agricultura.

El desafío ahora es adaptar la infraestructura a una atmósfera que retiene más agua que nunca. Los ríos atmosféricos, antaño una curiosidad científica, se han convertido en una de las manifestaciones más visibles del cambio climático y en un recordatorio de que el ciclo del agua está entrando en una nueva era de extremos.

Referencias

  • Ralph F. et al. (2025). Global intensification of atmospheric rivers under climate warming. Nature Climate Change.
  • NASA Earth Observatory (2025). Atmospheric River Dynamics and Global Moisture Transport.
  • Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (2025). Future projections of atmospheric river frequency and intensity.
  • Organización Meteorológica Mundial (2024). Climate State Report: Hydrological Extremes and Atmospheric Moisture Trends.
  • Universidad de Reading (2025). Satellite-based monitoring of atmospheric rivers and precipitation extremes.