El cambio climático favorecerá eventos de marea roja en la Patagonia chilena


Los episodios de floraciones de algas nocivas se verán incrementados


UCHILE/DICYT El aumento en la radiación solar y la temperatura de las aguas, el descenso de las precipitaciones y de las descargas de nutrientes desde los ríos al mar, así como los cambios en los vientos, entre otros factores, han incrementado los episodios de floraciones de algas nocivas (FAN, conocidas popularmente como marea roja) en la Patagonia chilena. De acuerdo a un reciente informe a las naciones del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, el cambio climático incrementaría progresivamente estos eventos hacia fines de siglo.

El documento, titulado “Marea Roja y cambio global: elementos para la construcción de una gobernanza integrada de las Floraciones de Algas Nocivas (FAN)”, fue presentado este jueves 17 de noviembre en Quellón. La elección de este lugar para el lanzamiento del informe se basó en que fue una de las comunas de la región de Los Lagos más afectadas por el gran evento de marea roja de 2016, fenómeno que desencadenó una crisis social, económica y ambiental que afectó a miles de pescadores artesanales de la isla de Chiloé debido a la prohibición de extracción de recursos del mar de la zona, contaminados con la toxina producida por la microalga Alexandrium catenella.

Este reporte es el sexto de los informes a las naciones del (CR)2, documentos de carácter interdisciplinario que analizan las causas e impactos de fenómenos asociados al cambio climático en nuestro país, así como las respuestas que emergen desde los actores sociales, con énfasis en entregar recomendaciones que permitan enfrentar desde la política pública los retos que plantean dichas problemáticas. “El informe culmina la investigación de casi dos años llevada a cabo por el (CR)2 en torno a las floraciones de algas nocivas, trabajo que hemos realizado con el apoyo y participación fundamental de la comunidad de Quellón para conocer de qué manera perciben y han enfrentado estos eventos de marea roja”, comentó René Garreaud, director del (CR)2 y profesor titular del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

“La Patagonia chilena es sensible naturalmente a la floraciones de algas nocivas, pero existen actividades humanas como la acuicultura que podrían aumentar el nivel de nutrientes presentes en el mar, lo que produce el crecimiento excesivo de microalgas y, por lo tanto, aumenta la sensibilidad a la episodios de marea roja”, indicó Laura Farías, profesora del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción e investigadora del (CR)2 y del Instituto Milenio SECOS. “Es necesario que actividades productivas como la salmonicultura puedan establecerse en lugares menos sensibles al exceso de nutrientes que pueden aportan sus procesos”, agregó Farías, quien fue coordinadora de la investigación sobre floraciones de algas nocivas en el (CR)2.

En cuanto a la gobernanza para abordar estos episodios en la Patagonia, el informe identificó una falta de instrumentos que apunten a enfrentar el fenómeno de manera integrativa, pues la gestión está fragmentada entre instituciones con pertinencia en ámbitos muy diversos, como el Ministerio de Salud, SUBPESCA, el Ministerio de Defensa o el Ministerio del Medio Ambiente. “Estas instituciones poseen un bajo grado de coordinación y colaboración entre sí, y su gestión se limita, por lo general, al monitoreo y a la prevención de intoxicaciones, y no aborda en profundidad otro tipo de impactos, como el social y el económico”, explicó Rodolfo Sapiains, profesor del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile e investigador del (CR)2 y del Centro GAIA Antártica de la Universidad de Magallanes.

A pesar de esta fragmentación, un estudio del (CR)2 realizado en Quellón muestra que los distintos sectores han implementado respuestas que podrían ser definidas como transformativas, es decir, que están asociadas a cambios profundos. Por ejemplo, la creación de la mesa de marea roja, que convoca a diversos actores locales, y el desarrollo de programas de formación y socialización del conocimiento de la marea roja, entre otras. “Estas acciones han impactado en la forma de relacionarse de la comunidad, incorporando prácticas innovadoras y nuevas estructuras de gobernanza”, apunta Sapiains, quien también fue uno de los coordinadores de la investigación sobre floraciones de algas nocivas en el (CR)2.

Para reflejar el trabajo inter y transdisciplinario realizado en la elaboración del informe, se invitó a representantes de distintos sectores sociales de la zona a analizar los resultados del reporte en una mesa de conversación: Cecilia Parra, socia y asesora de la dirigencia del Sindicato de Pesca Artesanal Estero Compu, Quellón; Hugo Aravena, encargado del Programa de Marea Roja de la Seremi de Salud de la Oficina Provincial de Chiloé: y Rodrigo Quiroz, jefe de la Oficina de Borde Costero, Pesca y Acuicultura de la I. Municipalidad de Quellón.

“Valoro la mirada de territorio que tiene este informe, pues una política pública desde y para el territorio tiene el potencial para producir esa transformación que esperamos que se genere dentro de la sociedad civil y de los tomadores de decisiones”, comentó Cecilia Parra.

La presentación del informe a las naciones del (CR)2 en Quellón estuvo acompañada de diversas actividades que se realizaron durante la semana, como talleres educativos en los liceos Rayen Mapu y Paulo Freire, y la organización de una feria ciudadana en la Plaza Los Cipreses de la comuna, donde se pudo compartir los resultados de la investigación con la comunidad quellonina.