Desoxigenación en aguas profundas: una amenaza silenciosa para los océanos del futuro 🌊⚠️🧪


El océano profundo, que abarca desde los 200 metros de profundidad hasta las fosas más abisales, constituye la mayor reserva de agua del planeta y uno de los ecosistemas menos explorados. Durante mucho tiempo se asumió que estas aguas eran estables, ajenas a cambios rápidos. Sin embargo, investigaciones recientes revelan una tendencia alarmante: la desoxigenación progresiva de las aguas profundas, un fenómeno que podría transformar de forma irreversible la química oceánica y la biodiversidad marina.


Redacción Noticias de la Tierra


El papel del oxígeno en el océano profundo 🌍💨

El oxígeno disuelto en el océano proviene principalmente de la atmósfera y de la fotosíntesis realizada por el fitoplancton en las capas superficiales. A través de procesos de mezcla y circulación termohalina, este oxígeno se transporta a las capas intermedias y profundas.

En condiciones normales, estas aguas se mantienen oxigenadas gracias a la renovación generada por las corrientes oceánicas globales, como la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico. Sin embargo, el calentamiento global está alterando estos mecanismos: aguas más cálidas retienen menos oxígeno, la estratificación dificulta la ventilación vertical y la circulación profunda pierde fuerza.

El resultado es un descenso sostenido en los niveles de oxígeno disuelto, especialmente en el Pacífico tropical, el Océano Índico y áreas del Atlántico Norte.

Zonas de Mínimo Oxígeno (ZMO) en expansión ⚠️

Las llamadas Zonas de Mínimo Oxígeno (ZMO) son regiones del océano donde las concentraciones de oxígeno caen a niveles cercanos a cero, imposibilitando la vida de la mayoría de los organismos superiores. Estas zonas existen de forma natural en los trópicos y subtrópicos, pero estudios recientes muestran que su extensión está aumentando tanto en superficie como en profundidad.

La expansión de las ZMO tiene múltiples consecuencias:

  • Desplazamiento o mortalidad masiva de especies comerciales como atunes, sardinas o merluzas.
  • Alteración de ciclos biogeoquímicos, incluyendo el aumento en la producción de óxido nitroso (N₂O), un potente gas de efecto invernadero.
  • Pérdida de hábitats críticos para organismos bentónicos y migradores verticales.

Biodiversidad en riesgo 🐠🐙

La fauna de aguas profundas evoluciona en condiciones extremas de presión, oscuridad y baja temperatura, pero necesita oxígeno para sobrevivir. La reducción de este recurso vital está provocando cambios en la distribución de especies y la desaparición de comunidades completas en áreas previamente habitadas.

Los impactos se extienden también a la pesca industrial: especies de alto valor comercial se ven forzadas a concentrarse en capas más superficiales, donde son más vulnerables a la sobreexplotación.

Investigación y monitoreo 🔬🛰️

El estudio de la desoxigenación profunda combina técnicas de:

  • Satélites que miden productividad primaria y temperaturas superficiales.
  • Gliders y boyas autónomas capaces de registrar perfiles de oxígeno hasta miles de metros.
  • Modelos climáticos globales que integran datos físicos y biogeoquímicos para proyectar escenarios futuros.

Proyecciones del IPCC indican que el océano global ha perdido entre un 1% y 3% de su oxígeno total desde mediados del siglo XX, y que las pérdidas podrían superar el 7% para finales de siglo si continúan las emisiones actuales.

Soluciones y adaptación 🌱⚓

La desoxigenación de aguas profundas es un fenómeno global con raíces locales y planetarias. Las estrategias para frenarla incluyen:

  • Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para limitar el calentamiento y la estratificación.
  • Gestión de nutrientes en aguas costeras, para disminuir la expansión de zonas hipóxicas que se conectan con el océano abierto.
  • Áreas marinas protegidas en regiones vulnerables, que reduzcan la presión pesquera y den margen a las especies para adaptarse.

El océano profundo es un regulador climático esencial, pero sus señales de alarma son difíciles de percibir. La desoxigenación nos recuerda que lo que ocurre en las profundidades no es un fenómeno aislado: tarde o temprano, repercute en la superficie, en la atmósfera y en la seguridad alimentaria de millones de personas.


Referencias

  • Breitburg, D. et al. (2018). Declining oxygen in the global ocean and coastal waters. Science.
  • Stramma, L. et al. (2010). Expansion of oxygen minimum zones in the tropical oceans. Science.
  • Levin, L.A. (2021). Ocean deoxygenation and the deep sea. Philosophical Transactions of the Royal Society B.
  • IPCC (2019). Special Report on the Ocean and Cryosphere in a Changing Climate.