Un equipo de investigación ha descubierto evidencia sorprendente de contaminación transfronteriza que llega al Ártico, originada por una erupción volcánica en Islandia. Los investigadores utilizaron una combinación de vanguardia de monitoreo satelital y terrestre para rastrear las emisiones de dióxido de azufre del volcán Sundhnukagigar, que entró en erupción en 2023. Este gas tóxico recorrió más de 2000 kilómetros hasta llegar a las islas Svalbard, causando una grave contaminación en la región.
por Zhao Weiwei, Academia China de Ciencias
El estudio se publicó en The Innovation Geoscience . El equipo estuvo dirigido por los profesores Si Fuqi y Luo Yuhan, de los Institutos de Ciencias Físicas de Hefei de la Academia China de Ciencias.
«Nuestro estudio destaca el profundo impacto de las erupciones volcánicas en el medio ambiente», explicó Wu Kaili, miembro del equipo. «Abarca mucho más allá de las inmediaciones».
Las erupciones volcánicas actúan como «bombas de pulverización química», expulsando millones de toneladas de gases como el dióxido de azufre a la atmósfera. Estos gases pueden transformarse en partículas de sulfato que contribuyen a la lluvia ácida y reflejan la luz solar, lo que podría causar un enfriamiento global. Sin embargo, las partículas finas de ceniza volcánica, de menos de 2,5 micras de diámetro, pueden penetrar profundamente en los pulmones y provocar problemas respiratorios en los seres humanos.
El equipo de investigación se basó en herramientas avanzadas como el Instrumento de Monitoreo de Gases Traza Ambientales, instalado en dos satélites chinos. Estos satélites proporcionan escaneos globales diarios, rastreando contaminantes con una precisión impresionante. Además de los datos satelitales , el equipo también utilizó mediciones de la Estación del Río Amarillo de China en el Ártico, la única estación de monitoreo atmosférico continuo de la región. Esta estación rastrea gases como el dióxido de azufre, el ozono y el óxido de bromo, lo que proporciona datos invaluables de perfil vertical.
Sus hallazgos fueron sorprendentes: el 80 % de la contaminación por dióxido de azufre en Ny-Ålesund, una remota región ártica, se atribuyó directamente a la erupción volcánica en Islandia. Al combinar la observación satelital con mediciones terrestres, los investigadores crearon un mapa detallado de la propagación de la contaminación, lo que proporcionó información sobre el origen y el impacto de las emisiones de la erupción.
El trabajo allana el camino para un monitoreo y una respuesta ambiental más precisos y en tiempo real , protegiendo los ecosistemas y la salud humana en todo el mundo, según el equipo.
Más información: Kaili Wu et al., Bruma ártica inducida por una erupción volcánica islandesa: Evidencia del monitoreo de gases traza de alta resolución en China, The Innovation Geoscience (2025). DOI: 10.59717/j.xinn-geo.2024.100131
