Rastreando metales desde la Tierra hasta el agua y la vida en el río Amarillo de China


El río Amarillo, que se extiende desde la meseta tibetana hasta el mar de Bohai en China, recibe ese nombre por el color que le dan las enormes cantidades de sedimentos en suspensión a lo largo de sus 5.400 kilómetros de longitud. Sus aguas, sedimentos y nutrientes sustentan a más de 100 millones de personas y a muchas especies animales y vegetales endémicas. El «río madre» de China también transporta metales como hierro, cobalto, arsénico y platino, un proceso con importantes implicaciones para la salud y la evolución de los ecosistemas que se encuentran río abajo.


Por Nathaniel Scharping, Eos


Wang y su equipo analizaron el contenido de metales en muestras de agua, partículas y sedimentos recolectadas en 57 lugares a lo largo del río Amarillo y sus afluentes. También extrajeron ADN microbiano y tejidos de peces de las muestras. Su objetivo era evaluar cómo variaba la abundancia de metales en todo el río, sus sedimentos y la biología local, o lo que los investigadores denominan el «complejo Tierra-río-vida» de la zona. El artículo se publicó en la revista Water Resources Research .

En total, los autores identificaron 62 metales en sus muestras y descubrieron que la abundancia de metales abarcaba 10 órdenes de magnitud, siendo los metales alcalinos y alcalinos los más comunes y el platino y los lantánidos los menos comunes. Los tipos y abundancias relativas de los diferentes metales fueron consistentes en las muestras de agua, sedimentos y biológicas .

Sin embargo, el oro, el iridio y el paladio eran más abundantes en el agua que en la corteza continental superior, lo que los autores atribuyen a actividades humanas como la minería y la fundición, así como a procesos naturales como la evaporación.

También descubrieron que, en general, cuanto más abundante era un metal, sobre todo en los sedimentos, menos tóxico era, aunque detectaron niveles elevados de arsénico, altamente tóxico, en sus muestras. Además, identificaron 324 genes diferentes de resistencia a los metales en los microorganismos fluviales estudiados. Estos genes permiten a los organismos sobrevivir en áreas con concentraciones tóxicas de metales y reflejan cómo la vida microbiana se ha adaptado para hacer frente a tales peligros.

Los investigadores sugieren que su estudio y trabajos similares pueden ofrecer información útil para actualizar las directrices regionales de salud relacionadas con el agua y la dieta, por ejemplo, para tener en cuenta los altos niveles de arsénico identificados.

Más información: Yidi Wang et al, Coherencia universal de elementos en sistemas terrestres-humanos alimentados por ríosWater Resources Research (2024). DOI: 10.1029/2024WR037961