Investigadores del Instituto de Meteorología de la Universidad de Leipzig han determinado por primera vez el impacto climático de las estelas de condensación que se forman en los cirros naturales. Las estelas de condensación son responsables de la mayor parte del impacto climático de la aviación, más allá de las emisiones de dióxido de carbono.
por Susann Sika y Matthew Rockey, Universidad de Leipzig
Los investigadores de Leipzig han demostrado que las estelas de condensación «ocultas», que hasta ahora no se tenían en cuenta en estas evaluaciones, contribuyen hasta en un 10 % al efecto de calentamiento de las estelas de condensación normales y libremente visibles.
Esto significa que estas estelas incrustadas también contribuyen notablemente al cambio climático relacionado con la aviación y no deben ignorarse. Los investigadores publicaron sus hallazgos en la revista Nature Communications .
Principales hallazgos e implicaciones para la aviación
Anteriormente, se había especulado que estas estelas de condensación podrían, en algunos casos, incluso revertir la influencia de los cirros, lo que significa que las nubes se enfriarían en lugar de calentarse. Sin embargo, no encontramos evidencia clara de ello. En otras palabras, es improbable que la planificación deliberada de vuelos a través de cirros para reducir el impacto climático de la aviación funcione», afirma el Dr. Matthias Tesche, autor principal del estudio. El análisis del equipo también reflejó claramente el impacto de la pandemia de coronavirus, cuando el tráfico aéreo se redujo drásticamente, algo claramente visible en los datos.
Estos hallazgos son particularmente importantes, añade Tesche, porque otro estudio apareció en la misma revista casi al mismo tiempo. Este estudio demuestra que las condiciones para la formación de estelas de condensación se dan casi exclusivamente en las mismas regiones donde se forman los cirros. Esto sugiere que la mayoría de las estelas de condensación probablemente se forman dentro de los cirros y no en aire despejado, contrariamente a las suposiciones previas.
Cómo se realizó el estudio
El equipo de investigación combinó datos de aeronaves con observaciones satelitales y modelos informáticos para calcular el efecto radiativo.
«Comparamos las trayectorias de vuelo de aeronaves individuales con los datos de medición de un láser satelital. En los puntos de intersección de las trayectorias de vuelo y las mediciones satelitales, examinamos si los cirros mostraban algún cambio atribuible al paso de la aeronave», explica el meteorólogo.
Utilizando este enfoque, identificaron alrededor de 40.000 casos de este tipo y luego utilizaron estos datos para estimar primero el impacto local y posteriormente el efecto global sobre el equilibrio radiativo de la Tierra, es decir, el calentamiento o enfriamiento causado por las estelas de condensación dentro de las nubes.
Conclusiones y recomendaciones
En primer lugar, ahora sabemos que no solo las estelas de condensación visibles que vemos en el cielo, sino también las que se forman dentro de las nubes, deben tenerse en cuenta al evaluar el impacto de la aviación en el clima. En segundo lugar, es evidente que desviar deliberadamente los vuelos a través de cirros no es un método adecuado para el llamado «vuelo ecológico»; es decir, para reducir el impacto de la aviación modificando las rutas de vuelo, afirma el Dr. Torsten Seelig, primer autor del estudio, resumiendo los hallazgos.
Más información: Torsten Seelig et al., Cuantificación del forzamiento radiativo de las estelas de condensación incrustadas en cirros, Nature Communications (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-66231-8










