Ante la lentitud de las reducciones de emisiones y el aumento de los impactos del cambio climático, la comunidad científica y política explora alternativas radicales. Entre ellas destaca la geoingeniería solar, un conjunto de técnicas diseñadas para reflejar parte de la radiación solar hacia el espacio y enfriar temporalmente el planeta.
Redacción Noticias de la Tierra
Aunque sus defensores la ven como un “plan B” para ganar tiempo mientras se reducen las emisiones, sus detractores alertan sobre los riesgos y efectos secundarios de intervenir en el sistema climático global.
¿Qué es la geoingeniería solar? 🌍
Las técnicas propuestas incluyen:
- Inyección de aerosoles estratosféricos: liberar partículas como sulfatos o carbonato de calcio a 20 km de altitud para imitar el efecto de grandes erupciones volcánicas.
- Blanqueamiento de nubes marinas: pulverizar agua de mar para aumentar su reflectividad y enfriar regiones específicas.
- Aumento de la reflectividad terrestre (albedo): desde pintar techos de blanco hasta cubrir superficies con materiales reflectantes.
- Espejos espaciales: aún conceptuales, consistirían en satélites que desvíen parte de la radiación solar.
La más estudiada es la inyección de aerosoles estratosféricos, porque se sabe que erupciones volcánicas como la del Monte Pinatubo en 1991 redujeron temporalmente la temperatura global en 0,5 °C.
Potenciales beneficios ⚡
En teoría, la geoingeniería solar podría:
- Reducir rápidamente la temperatura global.
- Disminuir la intensidad de olas de calor y huracanes.
- Dar más tiempo para la transición energética.
Sin embargo, estos beneficios serían temporales y no abordan la raíz del problema: la acumulación de gases de efecto invernadero.
Riesgos y efectos secundarios ⚠️
Las investigaciones advierten múltiples riesgos:
- Alteración de patrones climáticos regionales: posibles cambios en monzones y lluvias que afectarían a miles de millones de personas.
- Impactos en la capa de ozono: algunos aerosoles podrían acelerar su destrucción.
- “Choque de terminación”: si se detiene súbitamente el proyecto, las temperaturas podrían aumentar bruscamente en pocos años.
- Inequidad geopolítica: decidir quién controla el termostato planetario es un problema político y ético sin precedentes.
- Efecto placebo climático: podría reducir la urgencia de reducir emisiones reales.
Debate ético y político 🏛️🌐
La geoingeniería solar divide a la comunidad internacional. Organismos como la ONU y la Royal Society del Reino Unido han pedido moratorias de pruebas a gran escala hasta tener un marco regulatorio global.
Mientras tanto, pequeños experimentos de laboratorio y modelización climática avanzan en universidades y centros de investigación. Países como Estados Unidos y China exploran programas de investigación, mientras que organizaciones sociales exigen una gobernanza transparente y participativa.
¿Plan B o riesgo irreversible? 🌱
El consenso científico actual es que la geoingeniería solar no sustituye la reducción de emisiones, sino que podría, en el mejor de los casos, funcionar como un complemento temporal. Sin embargo, sus riesgos son tan grandes que muchos expertos consideran que abrir esta puerta puede ser más peligroso que el problema que intenta resolver.
El futuro de la geoingeniería solar dependerá no solo de la ciencia, sino de decisiones políticas globales. La humanidad debe preguntarse si está dispuesta a rediseñar el clima de la Tierra a cambio de tiempo, o si prefiere enfrentar las raíces del cambio climático reduciendo de forma inmediata las emisiones.
Referencias
- National Academies of Sciences (2021). Reflecting Sunlight: Recommendations for Solar Geoengineering Research and Research Governance.
- Crutzen, P. (2006). Albedo enhancement by stratospheric sulfur injections. Climatic Change.
- Irvine, P. et al. (2016). An overview of the Earth system science of solar geoengineering. WIREs Climate Change.
- IPCC (2021). Climate Change 2021: The Physical Science Basis.
- Royal Society (2009). Geoengineering the Climate: Science, Governance and Uncertainty.










