Nuestros océanos están en peligro. Las capturas de muchas pesquerías mundiales están disminuyendo , y algunas prácticas pesqueras destruyen enormes áreas del lecho marino.

Por Judy Mann-Lang
La pérdida de hábitat debido al desarrollo costero amenaza muchos ecosistemas costeros, como estuarios y manglares, que son criaderos vitales para numerosas especies de peces.
La contaminación es otra amenaza, ya que mata animales y daña hábitats. El cambio climático también está afectando al océano. El exceso de dióxido de carbono que absorben los océanos los está acidificando, perjudicando a la fauna y flora marinas . El océano se está calentando , los arrecifes de coral están muriendo y el nivel del mar está subiendo .
El océano también está disfrutando de la mayor atención que jamás haya recibido. Las Naciones Unidas declararon esta década como la del océano , un momento para generar toda la investigación y las políticas necesarias para fundamentar las acciones y generar financiación para proyectos globales de protección y restauración de los océanos . Sir David Attenborough produjo un nuevo documental titulado Océano , y el Día Mundial del Océano se celebra cada año.
Pero ¿cómo se traduce esto en acción? Existe una clara discrepancia entre lo que dicen los líderes en foros públicos como las conferencias de las Naciones Unidas y lo que ocurre en la práctica con el agua. Si bien se ha generado concienciación, no se ha hecho lo suficiente para que la gente actúe.
He investigado el océano durante 30 años , investigando cómo cambiar el comportamiento de las personas hacia la naturaleza y cómo aprenden sobre el océano.
He identificado intervenciones clave basadas en investigaciones que ayudarían a movilizar el interés y la acción en torno a la salvación de los mares del mundo.
Los humanos son la causa de los problemas de los océanos, pero también son la única solución. Estas áreas clave ayudarían a acortar la distancia entre comprender el problema y tomar medidas para resolverlo:
- Equipando a la gente con conocimientos sobre el océano
- Compromiso comunitario con las personas más afectadas por la degradación del océano: personas que viven a lo largo de la costa y en pequeños países insulares y comunidades oceánicas indígenas que dependen de los océanos para su sustento y cultura.
- Inspirando a la gente a cuidar el océano. Muchas personas desconocen el papel del océano en su vida diaria. Desde el aire que respiramos hasta los alimentos que consumimos y el clima relativamente estable del que hemos disfrutado, la supervivencia humana depende de un océano sano. Ayudar a la gente a experimentar el océano —en persona en la costa, bajo las olas, en un acuario o viendo documentales— puede despertar la curiosidad y el interés por el océano.
Durante gran parte de la historia, el océano se consideró un recurso común del que todos podían beneficiarse. Ahora debe considerarse una responsabilidad común. Todos debemos cuidarlo para nuestra propia supervivencia.
¿Qué hay que hacer?
Conocimiento: Oportunidades para que todos aprendan sobre el océano a través de canales formales e informales.
La educación formal en las escuelas y las iniciativas de comunicación informal deben incluir vínculos directos entre el interior y el océano. Sudáfrica es uno de los pocos países africanos que cuenta con un currículo de ciencias marinas para que los alumnos de secundaria estudien el océano. Sin embargo, esto no se ofrece en la mayoría de las escuelas.
La creación de una red de alfabetización oceánica integrada por expertos en comunicación, educadores, medios de comunicación, acuarios y museos, científicos, comunicadores científicos, líderes indígenas, comunidades, agencias de conservación, organizaciones sin fines de lucro, artistas y otros ayudaría a generar interés y a crear grupos de personas que puedan proponer las mejores formas de hablar sobre cómo salvar los océanos.
Experiencia: Mejorar la protección de los océanos requiere experiencia en múltiples disciplinas, como las ciencias naturales, las ciencias sociales marinas, las ciencias del comportamiento, la educación, la comunicación científica, el marketing social y los sistemas de conocimiento indígenas.
Al trabajar juntos a través de diferentes disciplinas para desarrollar estrategias efectivas, los investigadores y comunicadores pueden trabajar para garantizar que los múltiples valores y servicios del océano para el bienestar humano sean ampliamente comprendidos.
Compartir la investigación con la gente mediante una comunicación científica eficaz es un paso vital que a menudo se pasa por alto. Es alentador que cada vez más jóvenes científicos estén deseosos de compartir su trabajo ampliamente.
Participación comunitaria profunda: Reconocer los conocimientos tradicionales e indígenas, respetar el liderazgo local y escuchar las voces de la comunidad son fundamentales. Por ejemplo, en el océano Índico occidental, los proyectos comunitarios apoyan a miles de comunidades y protegen extensas zonas costeras. Trabajan en estrecha colaboración con los pescadores, empoderándolos para gestionar sus propios recursos oceánicos.
Las decisiones individuales importan: Es fácil culpar a los políticos y a las grandes corporaciones de muchas de las crisis que enfrentamos, y ambos tienen un papel fundamental que desempeñar. Sin embargo, las personas también tienen el poder de apoyar campañas que abogan por más áreas marinas protegidas. Reducir el consumo de mariscos no sostenibles, plásticos de un solo uso, electricidad y combustible también protege los océanos.
La investigación social innovadora puede revelar respuestas a preguntas sobre lo que las personas valoran y necesitan, y encontrar formas de aumentar la motivación, la capacidad y la oportunidad para que las personas se comporten de maneras que garanticen un océano saludable.
Acción gubernamental: Los gobiernos de los países insulares están en primera línea de la crisis oceánica. Están experimentando problemas causados por el aumento del nivel del mar y el calentamiento del océano, y están tomando medidas para proteger los océanos.
Es necesario fortalecer la colaboración entre las autoridades gubernamentales responsables de la protección de los océanos en el resto del mundo y las organizaciones sin fines de lucro, los científicos y los miembros de la comunidad. Esto garantizará una mejor cooperación y una toma de decisiones y una gestión coordinadas.
Por ejemplo, las áreas marinas protegidas con apoyo comunitario benefician a la población local y a la vida marina. Estos beneficios abarcan desde la mejora de las capturas derivadas del desbordamiento de peces hacia zonas de explotación adyacentes hasta la generación de oportunidades de empleo.
Este artículo se republica de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
