Un modelo global muestra cómo la dieta puede reducir el impacto ambiental


¿Es posible alimentar al planeta de forma saludable reduciendo el uso de tierra y agua? Un estudio realizado por investigadores del Glob3science Lab del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del Politécnico de Milán y publicado en Nature Sustainability , propone un modelo global que haga el mejor uso de los recursos agrícolas e hídricos, haciendo que la adopción de la dieta de referencia universal EAT-Lancet sea una posibilidad sostenible.


por la Universidad Politécnica de Milán


Cómo reducir el impacto ambiental con la alimentación

La dieta EAT-Lancet es un modelo alimentario basado en la ciencia que pretende mejorar la salud humana y reducir el impacto medioambiental de la producción de alimentos. Propugna un equilibrio entre distintos alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos, y una ingesta limitada de alimentos de origen animal. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cómo se podría reorganizar el sistema alimentario de forma que permitiera adoptar esta dieta a escala mundial sin comprometer los recursos naturales.

Los investigadores analizaron seis escenarios alimentarios específicos de cada país, combinando un modelo agrohidrológico con estudios sobre el uso óptimo. La redistribución de los cultivos y las mejoras en el flujo comercial podrían reducir la extensión de las tierras de cultivo mundiales entre un 37 y un 40% y el uso de agua para riego en un 78%, al tiempo que se satisfacen los requisitos nutricionales de la dieta EAT-Lancet.

El modelo muestra que la adopción global de esta dieta requeriría un aumento del comercio internacional de alimentos, lo que elevaría la producción destinada a la exportación del 25% al ​​36%. En el plano económico, se estima que esto llevaría a un aumento del 4,5% en los costos de los alimentos, además de aportar importantes beneficios ambientales y nutricionales.

Como explica la profesora Maria Cristina Rulli, coordinadora de la investigación, «este estudio demuestra que es posible garantizar una alimentación sana y sostenible para todos, protegiendo al mismo tiempo los recursos básicos del planeta».

«Nuestras investigaciones sugieren que una redistribución inteligente de los cultivos y una mejor gestión de los flujos comerciales podrían conducir a un uso más eficiente de los recursos agrícolas e hídricos a escala mundial. Sin embargo, para que todo esto se implemente, necesitamos políticas específicas que respalden una reorganización del sistema alimentario, incluso financiera, además de la aceptación social y el deseo de compartir. Luego están los procesos de co-creación que involucran a los productores locales, en relación con la redistribución de los cultivos».

Más información: Maria Cristina Rulli et al, Cumplir con el objetivo de una dieta «saludable» de EAT-Lancet y al mismo tiempo proteger los recursos hídricos y terrestres, Nature Sustainability (2024). DOI: 10.1038/s41893-024-01457-w