El terremoto de abril de 2025 en la falla principal de Mármara: qué revelan dos décadas de datos sísmicos


Un evento clave bajo el mar que reaviva la atención sobre el riesgo sísmico en el noroeste de Türkiye


Redacción Noticias de la Tierra


Secuencia sísmica analizada a lo largo de la falla de Mármara en el Mar de Mármara, frente a la megaciudad de Estambul: Las estrellas verdes marcan los terremotos moderados con una magnitud de M>5, y los círculos de diferentes tamaños marcan las réplicas. La secuencia cronológica muestra el movimiento hacia el este. Las diferentes secciones de la falla están marcadas en color: azul representa el segmento de deslizamiento, naranja la zona de transición y rojo el segmento actualmente bloqueado donde podría ocurrir un terremoto de gran magnitud. Crédito: Patricia Martínez-Garzón

En abril de 2025, la falla principal de Mármara, situada bajo el mar de Mármara en el noroeste de Türkiye, registró el terremoto más fuerte en más de 60 años en esa zona, con una magnitud M 6,2. El evento no solo fue significativo por su intensidad, sino también por el contexto tectónico en el que ocurrió: una región densamente poblada, próxima a Estambul, y atravesada por uno de los sistemas de fallas más activos y estudiados del planeta.

Un estudio publicado en la revista Science, liderado por la profesora Patricia Martínez-Garzón, del GFZ Helmholtz Center for Geosciences de Potsdam (Alemania), analizó casi dos décadas de datos sísmicos para comprender mejor cómo se gestó y propagó este sismo. Los resultados aportan información clave sobre la dinámica de ruptura de la falla y ofrecen nuevas pistas para evaluar el riesgo sísmico futuro en la región.

La falla de Mármara en el contexto tectónico regional

La falla principal de Mármara forma parte del sistema de la falla de Anatolia del Norte, una estructura tectónica que marca el límite entre la placa de Anatolia y la placa Euroasiática. Este sistema es responsable de algunos de los terremotos más destructivos de la historia reciente de Türkiye, incluidos los grandes eventos del siglo XX que migraron progresivamente hacia el oeste.

El segmento bajo el mar de Mármara es considerado especialmente crítico porque, a diferencia de otros tramos continentales, acumula deformación sísmica desde hace décadas sin liberar completamente la energía. Esta acumulación convierte a la zona en un foco de preocupación permanente para sismólogos y autoridades de gestión del riesgo.

El sismo de abril de 2025: características principales

El terremoto de abril de 2025, con magnitud M 6,2, se produjo a lo largo de la falla submarina y fue claramente perceptible en amplias áreas del noroeste de Türkiye. Aunque no alcanzó la magnitud de los grandes terremotos históricos de la región, su importancia radica en que representa la ruptura más significativa registrada en ese segmento en más de seis décadas.

Según el análisis del equipo internacional, el evento involucró un proceso de ruptura complejo, con variaciones en la velocidad de propagación y en la liberación de energía a lo largo de la falla. Estos detalles, invisibles para la población general, son fundamentales para entender cómo se comportan los grandes sistemas de fallas activas.

Dos décadas de vigilancia sísmica como base del estudio

Uno de los aspectos más destacados de la investigación es el uso de casi 20 años de datos sísmicos continuos, recopilados por redes de monitoreo de alta precisión. Esta larga serie temporal permitió a los científicos reconstruir la evolución de la actividad sísmica previa al evento de 2025 y situarlo dentro de un marco más amplio de deformación tectónica.

El estudio muestra que, antes del terremoto principal, se registraron cambios sutiles en la actividad sísmica de fondo, incluyendo pequeños sismos y variaciones en la tasa de liberación de energía. Estos patrones no constituyen una predicción directa, pero sí ayudan a entender mejor cómo se prepara una falla antes de una ruptura significativa.

Cómo se propagó la ruptura bajo el mar

El análisis detallado reveló que la ruptura sísmica no fue uniforme. Algunas secciones de la falla liberaron energía de forma más rápida, mientras que otras actuaron como zonas de transición. Este comportamiento heterogéneo es característico de las grandes fallas y tiene implicaciones directas en la intensidad de las sacudidas que se sienten en la superficie.

Comprender estos procesos es esencial para mejorar los modelos de peligro sísmico, ya que la distribución de la energía durante un terremoto influye en los niveles de daño potencial en áreas urbanas cercanas. En el caso del mar de Mármara, este conocimiento resulta especialmente relevante por la proximidad de grandes centros urbanos.

Implicaciones para el riesgo sísmico en Estambul y la región

La cercanía de la falla de Mármara a Estambul convierte cada nuevo hallazgo científico en una pieza clave para la planificación y la prevención. Los resultados del estudio no indican que el terremoto de 2025 haya liberado toda la energía acumulada en la falla. Por el contrario, refuerzan la idea de que el sistema sigue siendo capaz de generar eventos sísmicos mayores en el futuro.

Desde una perspectiva de ciencia de la Tierra, este tipo de investigaciones no busca generar alarmismo, sino proporcionar información más precisa para la toma de decisiones. La mejora en la comprensión de los procesos de ruptura ayuda a refinar los escenarios de riesgo y a fortalecer las estrategias de preparación sísmica.

La importancia de la investigación internacional y de largo plazo

El trabajo liderado por el GFZ Helmholtz Center for Geosciences es un ejemplo del valor de la cooperación científica internacional y de la inversión sostenida en monitoreo geofísico. Solo mediante series de datos largas y consistentes es posible identificar patrones, descartar interpretaciones simplistas y avanzar hacia una comprensión más realista del comportamiento de las fallas activas.

Los investigadores subrayan que cada terremoto aporta nueva información, pero solo adquiere pleno sentido cuando se integra en un contexto temporal amplio. En ese sentido, el sismo de 2025 se convierte en una referencia clave para futuros estudios sobre la evolución sísmica del mar de Mármara.

Ciencia, prevención y convivencia con el riesgo

Vivir en regiones sísmicamente activas implica aceptar que el riesgo no puede eliminarse por completo. Sin embargo, la ciencia sísmica permite reducir la vulnerabilidad mediante mejores normas de construcción, planes de emergencia y educación pública. Estudios como este contribuyen a transformar datos técnicos en conocimiento útil para la sociedad.

El terremoto de abril de 2025 no fue solo un evento geológico aislado, sino una oportunidad para profundizar en la comprensión de uno de los sistemas de fallas más vigilados del mundo. A medida que se integren estos hallazgos en modelos y políticas de gestión del riesgo, la región estará mejor preparada para enfrentar futuros desafíos sísmicos.


Referencias

Phys.org – “Earthquake rupture on the Main Marmara Fault”
Science – Estudio liderado por Patricia Martínez-Garzón (GFZ Helmholtz Center for Geosciences) sobre el terremoto M 6,2 de abril de 2025 en la falla principal de Mármara