El dominio del fuego: humanos del este de Inglaterra ya lo controlaban hace 400.000 años


Evidencias arqueológicas revelan conductas complejas clave para la evolución humana


Redacción Noticias de la Tierra


El control del fuego es considerado uno de los hitos más trascendentales en la historia de la humanidad. No solo permitió a los primeros grupos humanos calentarse y protegerse de depredadores, sino que transformó profundamente la alimentación, la organización social y el desarrollo cognitivo. Una investigación reciente difundida por la Agencia SINC aporta ahora una prueba contundente: poblaciones humanas del este de Inglaterra ya encendían y mantenían el fuego de forma deliberada hace unos 400.000 años.

Este hallazgo refuerza la idea de que el fuego no fue un recurso ocasional obtenido de incendios naturales, sino una herramienta gestionada de manera consciente y sostenida. La capacidad de producirlo, conservarlo y utilizarlo de forma regular evidencia conductas complejas que pudieron desempeñar un papel decisivo en la evolución del cerebro y en el desarrollo de tecnologías líticas más avanzadas.

Un descubrimiento clave en la prehistoria europea

El estudio se basa en el análisis de yacimientos arqueológicos del Pleistoceno medio en el este de Inglaterra, donde los investigadores identificaron restos claros de combustión controlada. La disposición de los materiales, la presencia de sedimentos alterados por altas temperaturas y la asociación con herramientas de piedra indican que el fuego fue utilizado de manera recurrente y planificada.

Estas evidencias permiten descartar la hipótesis de fuegos accidentales o esporádicos. Por el contrario, apuntan a grupos humanos capaces de mantener el fuego a lo largo del tiempo, lo que requiere conocimientos técnicos, transmisión cultural y una organización social mínima.

El fuego como motor de cambio evolutivo

El uso regular del fuego supuso una auténtica revolución biológica y cultural. Cocinar alimentos incrementó su valor energético y facilitó la digestión, lo que, según diversas teorías, liberó recursos metabólicos que pudieron destinarse al crecimiento del cerebro. Este proceso habría contribuido al aumento de la capacidad cognitiva y al desarrollo de habilidades complejas.

Además, el fuego extendió la jornada activa más allá de la luz solar, favoreciendo la interacción social, la comunicación y la transmisión de conocimientos. En este sentido, su control no fue solo una innovación técnica, sino un factor estructurante de la vida humana.

Conductas complejas y planificación a largo plazo

Encender y conservar el fuego implica anticipación y planificación. No basta con obtener una chispa; es necesario seleccionar combustible adecuado, proteger las brasas del viento y la lluvia, y reavivar el fuego cuando es necesario. Estas acciones reflejan un nivel avanzado de capacidad cognitiva y de comprensión del entorno.

Los investigadores subrayan que estas conductas complejas son coherentes con otros avances observados en la misma época, como la mejora en la fabricación de herramientas de piedra. El fuego pudo utilizarse también para modificar materiales, endurecer puntas de madera o facilitar el trabajo de ciertos recursos naturales.

El contexto ambiental del Pleistoceno medio

Hace 400.000 años, el clima del norte de Europa era variable y, en muchos períodos, frío. En este contexto, el control del fuego habría sido una ventaja adaptativa crucial. Permitió a las poblaciones humanas ocupar territorios más septentrionales y resistir condiciones ambientales adversas.

La capacidad de generar calor y luz de forma controlada redujo la dependencia de refugios naturales y amplió el abanico de hábitats disponibles. Esto refuerza la idea de que el fuego fue un elemento clave en la expansión geográfica de los primeros humanos en Europa.

Implicaciones para la historia del comportamiento humano

Durante años, el debate científico se centró en cuándo los humanos pasaron de aprovechar fuegos naturales a controlarlos activamente. Este estudio sitúa ese cambio en una fecha mucho más temprana de lo que se pensaba para el continente europeo.

La evidencia de un uso deliberado del fuego hace 400.000 años obliga a reconsiderar los modelos sobre la evolución del comportamiento humano. Sugiere que capacidades cognitivas avanzadas surgieron antes y de forma más gradual, apoyadas en innovaciones técnicas que transformaron la relación con el entorno.

El fuego y la construcción de la vida social

Más allá de sus ventajas prácticas, el fuego desempeñó un papel central en la cohesión social. Reunirse alrededor de una hoguera favorecía la comunicación, la cooperación y la creación de vínculos grupales. Estas interacciones pudieron sentar las bases de estructuras sociales más complejas.

El estudio plantea que el fuego actuó como un catalizador cultural, facilitando la transmisión de conocimientos entre generaciones. Mantener viva una hoguera no solo requería habilidad técnica, sino también aprendizaje y cooperación, elementos fundamentales en la evolución cultural humana.

Un hallazgo con impacto global

Aunque el descubrimiento se localiza en el este de Inglaterra, sus implicaciones trascienden el ámbito regional. Aporta datos valiosos para comprender la prehistoria humana a escala global y para comparar el desarrollo de tecnologías en distintas regiones del mundo.

Este tipo de investigaciones demuestra la importancia de la arqueología para reconstruir comportamientos que no dejan huellas directas, pero que pueden inferirse a partir de evidencias materiales. El fuego, efímero por naturaleza, se convierte así en una clave sólida para interpretar el pasado.

Comprender el pasado para entender quiénes somos

La confirmación de que humanos antiguos controlaban el fuego hace 400.000 años refuerza la idea de que la evolución humana fue impulsada por una combinación de innovación técnica, adaptación ambiental y desarrollo cognitivo. El fuego no solo iluminó la noche prehistórica, sino que encendió procesos que moldearon nuestra biología y nuestra cultura.

Este hallazgo invita a reflexionar sobre la profunda relación entre tecnología y evolución. Entender cómo nuestros antepasados dominaron uno de los elementos más poderosos de la naturaleza ayuda a comprender mejor los orígenes de la sociedad humana y el camino que condujo hasta el presente.

Referencias

Agencia SINC. Humanos del este de Inglaterra ya controlaban el fuego hace 400.000 años.
Investigación arqueológica y paleoantropológica citada en el artículo original.
Estudios científicos sobre el uso del fuego en la evolución humana mencionados en la nota.