Un nuevo artículo publicado en Environmental Science & Technology Letters advierte sobre una amenaza global emergente que supone la contaminación salina de los suministros de agua en ríos mareales de todo el mundo. El artículo, coescrito por David Ralston, director del Departamento de Física e Ingeniería Oceánica Aplicada de la Institución Oceanográfica Woods Hole, junto con un equipo internacional de instituciones colaboradoras, destaca cómo la combinación de los impactos del cambio climático —incluidas las sequías prolongadas y el rápido aumento del nivel del mar—, junto con las actividades humanas locales, está intensificando el aumento de la salinidad en fuentes vitales de agua dulce.
por el Instituto Oceanográfico Woods Hole
«Este tema es un excelente ejemplo de cómo la investigación básica sobre los procesos oceánicos y de cuencas hidrográficas que afectan la salinidad en estuarios y ríos de marea puede ayudarnos a gestionar los riesgos económicos y para la salud pública derivados de las condiciones ambientales cambiantes», afirmó Ralston.
A nivel nacional, se necesitan más de un billón de dólares en inversiones en infraestructura para sistemas de agua potable y saneamiento, y solo en la región del Atlántico Medio, casi 100 millones de dólares en actividad agrícola están en riesgo. Más allá del riego agrícola, la contaminación salina representa una amenaza sustancial para la producción industrial y la infraestructura crítica debido a la corrosión, lo que compromete los sistemas de refrigeración de las centrales eléctricas, las plantas de tratamiento de agua , los puentes y otros componentes vitales.
Las aguas superficiales, incluidos los ríos de marea, proporcionan aproximadamente dos tercios del suministro mundial de agua potable, y estos ríos son cada vez más vulnerables a la intrusión de agua salada . El artículo sintetiza estudios de todo el mundo, detallando casos en los que la captación de agua potable se ha visto amenazada en ríos importantes como el Misisipi, el Delaware y el Hudson en Estados Unidos, así como ejemplos globales como el Changjiang en China, el Chao Phraya en Tailandia y el Rin en Europa, entre muchos otros.
«La contaminación salina de los suministros de agua en los ríos mareales es un problema global, pero ha recibido poca atención más allá de estudios específicos de cada lugar», afirmó el Dr. Li. La investigación destaca los procesos oceánicos e hidrológicos que impulsan la intrusión de agua salada, así como los procesos en las cuencas hidrográficas que provocan una mayor meteorización química y la exportación de sales a los ríos.
Principales conclusiones del estudio:
- El cambio climático como factor importante: el aumento relativo acelerado del nivel del mar, las sequías y los caudales de los ríos alterados y los fenómenos meteorológicos extremos están incrementando significativamente la intrusión de agua salada.
- Impactos humanos: Las actividades humanas locales, como la profundización de canales en los estuarios, el uso excesivo de sal en las carreteras y otros procesos de erosión química acelerados por el hombre en las cuencas hidrográficas, históricamente han contribuido y continúan exacerbando los problemas de salinidad.
- Impacto generalizado: la intrusión de agua salada está afectando a los ríos de todos los continentes, impactando diversas regiones, desde climas semiáridos hasta zonas templadas ricas en precipitaciones, y causando daños a la infraestructura.
- Consecuencias más amplias: La salinización del agua dulce puede producir efectos secundarios, incluida la exacerbación de la hipoxia y la movilización de contaminantes como nutrientes, metales y radionucleidos, que estresan aún más los sistemas hídricos y su infraestructura asociada.
En Estados Unidos, no existe una norma federal para la salinidad del agua potable. Esta investigación crucial subraya la urgente necesidad de reunir a científicos, ingenieros, gestores de recursos hídricos y legisladores para proteger los suministros de agua dulce y la infraestructura vital que los abastece de la creciente amenaza de la contaminación salina. Las recomendaciones incluyen:
- Mediciones específicas de iones: una mejor monitorización y medición de los principales iones de sal son cruciales para comprender mejor sus fuentes, transporte y destino en cuencas hidrográficas y ríos de marea, lo que ayuda a proteger la infraestructura.
- Modelos hidrológicos-hidrodinámicos específicos de iones: el desarrollo de modelos que puedan simular el transporte de iones de sal individuales es esencial para realizar predicciones precisas y evaluar los riesgos a la infraestructura.
- Herramientas de apoyo a la toma de decisiones centradas en el ser humano: el desarrollo de herramientas de apoyo a la toma de decisiones para predecir y gestionar la contaminación salina debe involucrar a las partes interesadas a través de un enfoque de diseño centrado en el ser humano, asegurando que la resiliencia de la infraestructura sea una consideración clave.
Más información: Ming Li et al., La amenaza global emergente de la contaminación salina de los suministros de agua en ríos de marea, Environmental Science & Technology Letters (2025). DOI: 10.1021/acs.estlett.5c00505
