A medida que el planeta se acerca a 1,5 °C de calentamiento global, un nuevo estudio dirigido por el Museo de Historia Natural de Londres ha revelado que los científicos aún tienen una comprensión limitada de cómo el cambio climático está modificando el riesgo de enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales a los humanos.
por el Museo de Historia Natural
La investigación muestra que un mundo más cálido alterará los patrones climáticos, transformará los hábitats y modificará las zonas de residencia de muchos animales, lo que probablemente acercará a las personas y la vida silvestre y aumentará las posibilidades de propagación de enfermedades zoonóticas. Sin embargo, los impactos exactos son extremadamente difíciles de predecir.
Cómo afecta el cambio climático al riesgo de enfermedades
Tras revisar cientos de estudios científicos, el equipo logró extraer datos detallados sobre enfermedades climáticas para 53 zoonosis, aproximadamente el 6 % de las 816 enfermedades zoonóticas conocidas que afectan a los humanos. Incluso para estas enfermedades relativamente bien estudiadas, las respuestas al cambio climático son muy variables.
En general, se observó que las enfermedades zoonóticas eran sensibles al clima, siendo la temperatura la que mostraba la relación más clara. Las temperaturas más altas tenían casi el doble de probabilidades de aumentar el riesgo de enfermedad que de disminuirlo, en particular en el caso de las infecciones zoonóticas transmitidas por mosquitos. Sin embargo, este patrón distaba mucho de ser universal, y en el caso de otros factores climáticos, como las precipitaciones y la humedad, el panorama era aún más heterogéneo.
El estudio reveló que las enfermedades zoonóticas son generalmente sensibles al clima, pero responden de diversas maneras según la enfermedad, el animal huésped y el entorno local. El artículo se publicó en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias .
Complejidades y desafíos de la investigación
La temperatura mostró los vínculos más fuertes y consistentes. En muchos casos, el calentamiento aumenta el riesgo, por ejemplo, al acelerar el desarrollo de mosquitos o aumentar las poblaciones de roedores. Sin embargo, incluso para una sola enfermedad, la respuesta a la temperatura puede cambiar según la temperatura ya alcanzada o las especies implicadas.
El coautor Dr. David Redding utiliza la peste como ejemplo de esta complejidad: «La peste es causada por una bacteria que circula entre los roedores y las pulgas que se alimentan de ellos. La temperatura influye considerablemente en este sistema. Las condiciones más cálidas pueden aumentar las poblaciones de roedores en algunas regiones y acelerar el desarrollo de las pulgas, lo que puede incrementar las posibilidades de transmisión. Sin embargo, esta relación no es lineal. A temperaturas más altas, la bacteria se transmite con menor eficiencia por las pulgas porque se rompen las condiciones que permiten que la pulga se vuelva infecciosa. A partir de cierto punto, un mayor calentamiento reduce la propagación de la peste».
Los autores advierten que los enfoques de investigación inconsistentes en las distintas disciplinas y regiones están oscureciendo las verdaderas relaciones entre el clima y las enfermedades, lo que dificulta la comparación de resultados entre estudios o la provisión de una orientación clara para la salud pública.
Pide mejores marcos de investigación
El investigador principal, Artur Trebski, afirmó que existe una necesidad urgente de replantear cómo se estudian y reportan las relaciones entre el clima y las enfermedades. «A veces se sugiere que el cambio climático empeorará las enfermedades transmitidas por animales para los humanos en general, pero nuestra investigación demuestra que es mucho más complejo», afirma Artur. «Observamos mucha variación, incluso dentro de la misma enfermedad, por lo que necesitamos mucha más precisión al resumir los futuros impactos del cambio climático en la salud».
El Dr. Redding, quien dirige la investigación sobre biodiversidad y salud en el Museo, añadió que la investigación en salud pública debe alejarse de la mentalidad de que todo es igual para todos. «El cambio climático es un proceso global que afectará a casi todos los seres vivos del planeta», afirma David. «Es realmente sorprendente que no exista una forma consistente de examinar cómo este proceso afecta a los diferentes animales y las enfermedades que transmiten».
«Espero que este estudio sea el punto de partida para avanzar hacia un marco de investigación común que nos permita actuar de forma más coordinada. Al comprender mejor los matices de estas relaciones, estaremos en mejores condiciones para diseñar medidas de control eficaces», añade.
Más información: Artur Trebski et al., La sensibilidad climática se distribuye de forma amplia pero desigual entre las enfermedades zoonóticas, Actas de la Academia Nacional de Ciencias (2025). DOI: 10.1073/pnas.2422851122










