Gran parte del calor que absorbe la Tierra se transmite al océano, lo que hace que el contenido calórico oceánico sea clave para comprender los patrones climáticos a largo plazo. El contenido calórico oceánico suele ser menor durante las glaciaciones y aumenta durante los períodos más cálidos de retroceso de los glaciares. Durante los últimos 1,2 millones de años, se han producido glaciaciones y periodos interglaciares en ciclos de unos 100.000 años de duración, y actualmente nos encontramos en un periodo interglaciar tras el Último Máximo Glacial, ocurrido hace unos 20.000 años.
por Sarah Stanley, Eos

Estudios recientes de modelos climáticos han sugerido que el contenido de calor del océano también cambia en escalas de tiempo más cortas de sólo unos pocos miles de años como resultado de cambios intermitentes en la fuerza de la Circulación Meridional Atlántica (CMA), un patrón de corrientes del Océano Atlántico que transporta agua cálida hacia el norte y agua fría hacia el sur.
Los modelos sugieren que una AMOC más débil conlleva un mayor contenido calórico oceánico. Sin embargo, la evidencia práctica que apoya o refuta la posible influencia de la AMOC en el contenido calórico oceánico ha sido limitada.
Markus Grimmer y sus colegas presentan el primer registro del contenido térmico oceánico durante el final de las últimas cuatro glaciaciones y los períodos cálidos posteriores, lo que permite al equipo contrastar las predicciones de los modelos con datos paleoclimáticos. El artículo se publica en la revista Geophysical Research Letters .
Para generar el nuevo registro, los investigadores analizaron las proporciones de gases nobles específicos atrapados en 59 nuevas muestras de un núcleo de hielo de 3260 metros de longitud, extraído en la Antártida Oriental como parte del Proyecto Europeo de Extracción de Núcleos de Hielo en la Antártida (EPICA). Las proporciones de gases nobles en diferentes capas de hielo sirven como indicadores del contenido térmico del océano en diversos momentos del pasado de la Tierra.
El análisis del nuevo registro mostró que, al final de cada una de las últimas cuatro glaciaciones, el contenido térmico oceánico aumentó generalmente junto con una AMOC más débil, según lo predicho por los modelos. Estas transiciones a períodos interglaciares más cálidos, conocidas como desglaciaciones, duran varios miles de años. El registro también mostró evidencia de cambios a escala milenaria en el contenido térmico oceánico que ocurrieron junto con cambios en la circulación oceánica. Cuando la AMOC se fortaleció, el contenido térmico oceánico aumentó a un ritmo más lento o disminuyó.
Estos hallazgos concuerdan con las predicciones de modelos previos, lo que respalda la idea de que, en escalas de tiempo milenarias, la AMOC desempeña un papel clave en el control de la absorción de calor por los océanos de la Tierra. A su vez, es probable que esta interacción influya en los niveles del mar, las condiciones climáticas y los niveles de dióxido de carbono atmosférico posteriores.
Más información: Markus Grimmer et al., AMOC modula el contenido de calor oceánico durante las desglaciaciones, Geophysical Research Letters (2025). DOI: 10.1029/2024GL114415
