Un desajuste diario entre temperatura y humedad, observado en ciertas regiones montañosas y ribereñas, ayuda a regular la sequedad atmosférica. Según un nuevo estudio publicado en Science Advances , este efecto protector podría debilitarse con el calentamiento global.
por la Universidad Nacional de Taiwán
La mayoría de la gente asume que la temperatura y la humedad relativa siempre se mueven en direcciones opuestas a lo largo del día: cuando el aire se calienta, se vuelve más seco, y viceversa. Este patrón común hace que el aire sea más seco por la tarde, cerca del momento de la temperatura máxima diaria.
Sin embargo, investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas y del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Taiwán, que estudiaban el bosque nuboso de Chi-Lan, Taiwán, descubrieron algo inusual: en este bosque, el momento más seco del día ocurre antes de que la temperatura alcance su punto máximo.
Esto significa que la temperatura y la humedad presentan un desajuste, un patrón que los investigadores denominan «histéresis diurna de T/HR». Este desfase diario entre la temperatura y la humedad altera el curso típico de la sequedad atmosférica, lo que puede afectar los ciclos hídricos locales y reducir el estrés de las plantas.
Inspirados por los hallazgos de Taiwán, ampliaron el análisis a datos meteorológicos de todo el mundo. Encontraron desajustes similares en varias regiones ribereñas y montañosas, especialmente en los Andes, el Himalaya, el suroeste de Arabia y Nueva Guinea.
Muchas de estas áreas son bosques nubosos o entornos propensos a la niebla. La histéresis parece estar influenciada por las brisas locales de valle o marinas que transportan la humedad, junto con la evaporación superficial, lo que crea un desajuste entre la temperatura y la humedad.
Los investigadores descubrieron que este patrón de histéresis reduce la sequedad atmosférica máxima durante el día, lo que podría proteger a las plantas del estrés hídrico. Sin embargo, a medida que el clima continúa calentándose, este efecto amortiguador natural parece debilitarse. Los ecosistemas que antes se beneficiaban de él podrían ahora enfrentarse a mayores riesgos de sequedad, estrés térmico y condiciones climáticas extremas.
«Las regiones que presentan desajustes diurnos entre la temperatura y la humedad del aire pueden servir como indicadores importantes para la detección temprana de riesgos relacionados con el clima y merecen atención y monitoreo continuos», afirman el estudiante de doctorado Ching-Hung Shih y el profesor Min-Hui Lo.
Más información: Ching-Hung Shih et al., Impacto de la temperatura diurna y la histéresis de la humedad relativa en la sequedad atmosférica en climas cambiantes, Science Advances (2025). DOI: 10.1126/sciadv.adu5713 . www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adu5713
