Investigadores internacionales documentaron un fenómeno inesperado que obliga a replantear los modelos sobre el comportamiento del hielo polar y su impacto en el nivel del mar

Por Constanza Almirón
Un descubrimiento reciente desafió lo que la ciencia entendía sobre el funcionamiento de la capa de hielo de Groenlandia. En el verano de 2014, una inundación oculta bajo el hielo recorrió una zona remota del norte, rompió la enorme masa desde abajo y provocó que los científicos reconsideraran cómo predicen el futuro del Ártico.
Un equipo internacional de científicos de la Universidad de Lancaster y el Centro de Observación y Modelado Polar del Reino Unido documentó este fenómeno en la revista Nature Geoscience, abriendo preguntas sobre la capacidad de la humanidad para prever cómo cambiarán las grandes capas de hielo en un mundo más cálido.
El extraño verano de 2014
Según datos de la Universidad de Lancaster, el episodio comenzó cuando un lago oculto bajo kilómetros de hielo se vació de manera repentina. Durante diez días, los satélites detectaron la formación de un cráter de 85 metros de profundidad y dos kilómetros cuadrados de superficie.
En ese lapso corto, cerca de 90 millones de metros cúbicos de agua —una cantidad equivalente a nueve horas del flujo de las Cataratas del Niágara en temporada alta— escaparon súbitamente al liberar el lago, desatando una de las inundaciones subglaciales más grandes registradas en Groenlandia.
El impacto fue mucho mayor que el cráter original. El agua excavó un área de hielo fracturado y de gran tamaño: 385.000 metros cuadrados cubiertos de grietas y bloques de hasta 25 metros de altura. En total, la superficie afectada alcanzó seis kilómetros cuadrados, el doble del Central Park neoyorquino.
La sorpresa fue absoluta para la comunidad científica. “Cuando vimos esto por primera vez, pensamos que había un problema con nuestros datos. Solo al analizar en profundidad entendimos que presenciábamos las consecuencias de una enorme inundación que salió del hielo”, explicó Jade Bowling, autora principal y quien lideró la investigación durante su doctorado en la Universidad de Lancaster.
Un proceso desconocido: el hielo se fractura desde abajo
El análisis de satélites y modelos matemáticos permitió detectar un fenómeno nunca registrado en modelos climáticos. Hasta ahora, se consideraba que el agua del derretimiento circula desde la superficie hasta la base del hielo y, luego, hacia el océano. Sin embargo, el estudio mostró que, bajo ciertas condiciones extremas, el agua puede abrirse camino desde el lecho subglacial hacia arriba, fracturando la enorme masa helada y rompiendo la superficie.
Este comportamiento llamó aún más la atención porque la inundación ocurrió en una región donde la teoría indicaba que el hielo estaba por completo congelado en el lecho, lo que normalmente impediría el paso de agua. Los expertos concluyeron que la presión rompió el hielo y creó un canal ascendente para el escape del líquido.
“Lo que hemos encontrado en este estudio nos ha sorprendido en muchos sentidos. Nos enseña aspectos inesperados sobre la reacción de las capas de hielo a la llegada extrema de agua de deshielo y muestra que debemos entender mejor el complicado sistema de agua bajo el hielo”, dijo Amber Leeson, profesora adjunta de glaciología y experta en hidrología de la Universidad de Lancaster.
¿Por qué importa este hallazgo?
El descubrimiento de este tipo de fractura desde abajo cambia profundamente lo que la ciencia asumía sobre Groenlandia y otros grandes hielos globales. Los modelos actuales, que intentan calcular cuánta masa perderá el hielo y cómo afectará esto al nivel del mar, no incorporan estos procesos.
La dinámica de agua bajo el hielo resulta mucho más compleja de lo pensado y, si este tipo de episodios se repiten con frecuencia mayor debido al calentamiento, las proyecciones vigentes podrían estar subestimando el riesgo.
El hallazgo revela que el agua puede ascender y romper el hielo desde abajo, obligando a revisar las proyecciones sobre el aumento del nivel del mar (NASA)
Los científicos subrayan que el aumento del derretimiento superficial, impulsado por el cambio climático, podría multiplicar estos eventos en el futuro. La identificación de lagos subglaciales en Groenlandia es relativamente reciente, y todavía queda mucho por aprender sobre su comportamiento. “Nuestro trabajo prueba la necesidad de investigar cuán seguido estos lagos se vacían y cuál es el efecto real en los hielos cercanos”, afirmó Bowling, según la Universidad de Lancaster.
La forma en que el agua fluye silenciosamente bajo kilómetros de hielo es clave para anticipar el futuro de Groenlandia y de las ciudades costeras del mundo. Si los modelos no contemplan estos mecanismos ocultos, podrían subestimar la vulnerabilidad de las capas de hielo y la urgencia de respuesta para las costas.
Satélites y ciencia: ver lo invisible
Por su parte, Mal McMillan, codirector del Centro de Excelencia en Ciencias de Datos Ambientales de la Universidad de Lancaster y del Centro de Observación y Modelado Polar del Reino Unido, resaltó la importancia de la tecnología satelital: “Esta investigación demuestra el valor único de las mediciones satelitales de largo plazo sobre las capas de hielo polares, que, por su tamaño, serían imposibles de seguir de otra manera”.
Gracias a los satélites, la ciencia puede detectar y analizar fenómenos que solo ocurren lejos de la vista humana, en regiones extremas. Estos datos son esenciales para crear modelos realistas sobre el futuro del planeta. “Esto es fundamental para fortalecer la resiliencia social y encontrar formas de mitigar el impacto del cambio climático”, añadió McMillan, según la Universidad de Lancaster.
El aumento del derretimiento superficial por el cambio climático podría multiplicar estos eventos en el futuro (NASA)
“Dado el control que la hidrología subglacial ejerce sobre la dinámica de la capa de hielo, es fundamental mejorar nuestra comprensión de estos complejos procesos y las observaciones satelitales son clave para ello”, reafirmó Leeson.
Mirar al futuro: la importancia de Groenlandia
El evento de 2014 en Groenlandia ilustra por qué la observación constante y de alta resolución es esencial para comprender y anticipar los cambios en el hielo polar. Los datos satelitales permiten identificar tanto los extremos como la evolución diaria, y aportan una base valiosa para perfeccionar los modelos de predicción, además de fortalecer la capacidad de adaptación de las sociedades al cambio climático.
El futuro de la enorme capa de hielo de Groenlandia, y su relación con el nivel del mar, dependerá de cuánto pueda la ciencia entender y anticipar estos procesos ocultos. Solo la vigilancia constante y la colaboración internacional, sostenidas por la tecnología más avanzada, permitirán dar respuestas a los desafíos que se avecinan.
