La conexión con la naturaleza ha sufrido un dramático declive en los últimos dos siglos


En los últimos 220 años, la conexión entre las personas y la naturaleza ha disminuido en más de un 60 %. Esta es la principal conclusión de un estudio dirigido por Miles Richardson, profesor de conectividad con la naturaleza en la Universidad de Derby, Inglaterra.


por Paul Arnold , Phys.org


La pérdida de contacto con la naturaleza se reconoce cada vez más como un factor que contribuye a la crisis ambiental que enfrenta el planeta hoy en día. Cuando las personas se sienten desconectadas del mundo natural , es menos probable que lo protejan.

Extraños al mundo natural

Para llegar a esta conclusión, Richardson y sus colegas desarrollaron un novedoso modelo informático utilizando datos históricos sobre el crecimiento urbano. Este modelo les ayudó a comprender cómo la urbanización, la interacción con la naturaleza y las creencias y hábitos transmitidos de padres a hijos han moldeado nuestra conexión con la naturaleza a lo largo del tiempo.

«La transmisión intergeneracional emergió como el factor predominantemente determinante del declive histórico entre 1800 y 2020, y el mecanismo de extinción de la experiencia a lo largo de la vida proporcionó un refinamiento estadísticamente distinto, aunque marginal, al ajuste del modelo», escribió el profesor Richardson.

Esta investigación, publicada en la revista Earth , también observó la disminución de la frecuencia de palabras relacionadas con la naturaleza, como «río», «flor» y «musgo», durante los últimos dos siglos. En otras palabras, el lenguaje que usamos refleja una creciente desconexión con el mundo natural.

La transmisión intergeneracional y la naturaleza local moldean la conexión de los niños con la naturaleza. Crédito: Earth (2025). DOI: 10.3390/earth6030082

Declive continuo

El estudio sugiere que nuestro vínculo con la naturaleza seguirá debilitándose. El modelo predice una «extinción de la experiencia» en la que las generaciones futuras perderán su conexión con el entorno natural debido a los barrios urbanizados y a que los padres no les inculcan el aprecio por la naturaleza. Ni siquiera las grandes iniciativas para ampliar los espacios verdes y animar a la gente a pasar más tiempo al aire libre revertirán esta tendencia.

Richardson también destacó la magnitud de las intervenciones necesarias para marcar la diferencia. Por ejemplo, las ciudades tendrían que ser diez veces más verdes que hoy para revertir el declive de la conexión con la naturaleza.

Según la investigación, una de las maneras más efectivas de mejorar nuestra relación con la naturaleza es fomentar la concienciación y la participación de las familias y los niños pequeños , por ejemplo, a través de viveros forestales. Estos son programas de aprendizaje práctico al aire libre basados en la naturaleza.

El declive no es irreversible .

Pero el panorama que presenta el estudio no es solo pesimismo. El modelo informático del equipo también predice una recuperación autosostenida después del año 2050 si se implementan intervenciones significativas y ambiciosas.

También hay otras buenas noticias. Si bien el equipo descubrió que el vocabulario sobre naturaleza en los libros disminuyó un 60,6 % entre 1800 y 2020, alcanzando su punto más bajo en 1990, el porcentaje actual es considerablemente mejor, con un 52,4 %.

Más información: Miles Richardson, Modelando la conectividad con la naturaleza en los sistemas ambientales: Relaciones entre los seres humanos y la naturaleza desde 1800 hasta 2020 y más allá, La Tierra (2025). DOI: 10.3390/earth6030082