Los australianos desperdician alrededor de 7,68 millones de toneladas métricas de alimentos al año. Esto le cuesta a la economía unos 36.600 millones de dólares australianos y a los hogares hasta 2.500 dólares anuales.

por Trang Nguyen, Jack Hetherington y Patrick O’Connor
Gran parte de estos alimentos se desperdician en casa. Por ello, si bien los consumidores son cada vez más conscientes de los problemas de sostenibilidad , esta concienciación no siempre se traduce en una mejor gestión de los alimentos en la práctica.
Nuestras investigaciones anteriores revelaron que las personas difieren en las formas en que generan y eliminan los desechos alimentarios .
Nuestro último estudio analiza en profundidad a dos grupos que se preocupan profundamente por la alimentación, por diferentes motivos. Expone una paradoja: quienes priorizan la alimentación saludable desperdician menos alimentos, mientras que quienes se centran en la sostenibilidad no necesariamente se comprometen con la reducción de residuos.
Esto sugiere que fomentar hábitos alimentarios más saludables podría ser una mejor manera de reducir el desperdicio de alimentos en el hogar que transmitir únicamente mensajes de sostenibilidad.
La conciencia de la sostenibilidad no siempre significa menos residuos
Para comprender cómo influyen los valores alimentarios en el desperdicio, encuestamos a 1.030 consumidores australianos residentes en Adelaida entre abril y mayo de 2021. Establecimos cuotas por edad, sexo e ingresos familiares para que coincidieran con la demografía nacional.
Queríamos descubrir quiénes desperdician más alimentos: ¿los consumidores preocupados por la nutrición o los preocupados por la sostenibilidad?
Preguntamos a cada persona cómo planifica sus comidas y sus compras, qué valora al comprar alimentos y cuánta comida tira cada semana.
Nuestros resultados muestran que los consumidores conscientes de la nutrición tienden a planificar sus comidas con antelación, usar listas de la compra y evitar comprar en exceso. Estos comportamientos contribuyen a una dieta más saludable y a un menor desperdicio de alimentos.
Descubrimos que los consumidores que eligen alimentos con mayor conciencia nutricional tienden a desperdiciar menos alimentos comestibles. Un aumento de un punto en nuestra escala de nutrición correspondió a una reducción del 17,6 % en el desperdicio de alimentos, en comparación con las personas con puntuaciones más bajas en la escala.
Por otro lado, aquellos que priorizan la sostenibilidad sobre la nutrición no mostraron ninguna reducción significativa en el desperdicio de alimentos comestibles.
Estos consumidores tienden a elegir productos ecológicos. Suelen preferir comprar localmente, adquirir productos orgánicos y evitar el exceso de envases. Sin embargo, esto no se traduce necesariamente en hábitos de reducción de residuos.
Quienes se preocupan por la sostenibilidad tienden a comprar más alimentos de los que necesitan. Tienen buenas intenciones, pero carecen de estrategias para gestionar y consumir los alimentos de forma eficiente. Desafortunadamente, esto significa que los alimentos de origen sostenible a menudo terminan en vertederos.
Integración de mensajes sobre nutrición y desperdicio de alimentos
Nuestra investigación revela una desconexión entre las decisiones de compra y lo que realmente sucede con los alimentos en el hogar.
Esto representa una oportunidad para los responsables de políticas y las campañas destinadas a reducir el desperdicio de alimentos. En lugar de centrarse únicamente en la sostenibilidad, incluir mensajes sobre la mejora de la nutrición puede mejorar la salud y, al mismo tiempo, reducir el desperdicio de alimentos.
Algunas intervenciones exitosas ya demuestran el potencial de este enfoque. Por ejemplo, un programa escolar australiano descubrió que los niños que preparaban sus propias comidas desperdiciaban menos alimentos que antes del inicio del programa.
Estos estudiantes aprendieron sobre el desperdicio de alimentos y la alimentación saludable, participaron en talleres sobre preparación de comidas y compostaje, y ayudaron a preparar sus propios almuerzos, con el resultado de menos desperdicio de alimentos.
Cinco formas de reducir el desperdicio de alimentos
Entonces, ¿qué pueden hacer los hogares para reducir el desperdicio de alimentos y mantener una dieta saludable? Nuestra investigación sugiere las siguientes estrategias clave:
- Planifique con anticipación: crear un plan de comidas semanal y una lista de compras ayuda a prevenir compras impulsivas y garantiza que los alimentos se consuman antes de que se echen a perder.
- Compra solo lo que necesitas: comprar en exceso, incluso de productos sostenibles, puede generar desperdicios innecesarios.
- Almacenar los alimentos adecuadamente: comprender cómo almacenar productos frescos , lácteos y sobras puede prolongar significativamente su vida útil.
- Priorizar la nutrición: elegir alimentos que se ajusten a una dieta equilibrada conduce naturalmente a un mejor control de las porciones y a un consumo consciente, lo que reduce el desperdicio.
- Usa lo que tienes: antes de comprar, revisa tu refrigerador y despensa para incorporar los ingredientes existentes a las comidas.
Reducir los residuos es una ventaja
Las personas suelen estar más motivadas por los beneficios personales para la salud que por preocupaciones ambientales abstractas. Nuestra investigación sugiere que esta es la clave para reducir el desperdicio de alimentos en los hogares.
Fomentar la planificación de comidas para una dieta equilibrada, comprar con cuidado para evitar comprar en exceso y almacenar adecuadamente los alimentos puede marcar una gran diferencia en la cantidad de alimentos que se desperdician. Esto no solo ayudará a los hogares a ahorrar miles de dólares cada año, sino que también promoverá hábitos alimenticios saludables.
En definitiva, desarrollar un sistema alimentario más sostenible no se trata solo de comprar los productos adecuados. Se trata también de cómo los gestionamos, preparamos y consumimos.
Este artículo se republica de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
