El Parlamento Europeo adoptó el jueves de forma definitiva normas que combaten la contaminación producida por las diminutas partículas que constituyen los componentes básicos de la mayoría de los productos plásticos.

El texto introduce nuevas reglas para responsabilizar a las empresas de manipulación y transporte de los derrames de bolitas del tamaño de lentejas , llamadas nurdles, que se utilizan en todo, desde parachoques de automóviles hasta ensaladeras.
La propuesta fue aprobada sin votación después de haber sido respaldada por una amplia mayoría en el comité de medio ambiente del parlamento a principios de esta semana.
Los pellets de plástico, fabricados a partir de combustibles fósiles , a menudo se derraman en el medio ambiente, contaminando playas y océanos.
Según datos de la Comisión Europea, hasta 180.000 toneladas de pellets al año (el equivalente a 20 camiones cargados al día) se dispersan en la naturaleza en los 27 países del bloque debido a una manipulación inadecuada.
Las empresas de transporte deberán actuar con rapidez para informar y contener las fugas de pellets, así como para encargarse de la limpieza si es necesario. Además, deberán proporcionar una estimación, en un plazo de 30 días, de la cantidad de microplásticos vertidos al medio ambiente.
«Estas reglas significan que ya no pueden decir: ‘No fui yo'», dijo el diputado socialista César Luena, quien impulsó la legislación en el Parlamento.
«Los responsabilizamos; es su responsabilidad alertar a las autoridades».
Las empresas de transporte terrestre tendrán dos años para cumplir, y tres años para el transporte marítimo, que enfrenta nuevas obligaciones específicas a pesar de la presión de algunos países de la UE para que se lo excluya de la legislación.
Las normas exigirán a las empresas de transporte garantizar que los embalajes sean de suficiente calidad y etiquetar claramente la carga como si contuviera microplásticos.
Las normas se aplicarán a todas las empresas que transporten más de cinco toneladas de microplásticos al año dentro de la UE, sean o no europeas.
Y todas las empresas involucradas en la fabricación, transporte o transformación de pellets tendrán que realizar evaluaciones de riesgos para prevenir derrames y limpiarlos si ocurren.










