Aprovechar el potencial de la acción climática y la conservación de la biodiversidad


Las praderas marinas, las marismas y los sedimentos marinos secuestran dióxido de carbono, lo que mitiga el cambio climático, a la vez que aumenta la biodiversidad marina local y proporciona protección costera. La capacidad de secuestro de carbono de los ecosistemas de carbono azul de Alemania es relativamente pequeña en comparación con las emisiones totales de gases de efecto invernadero del país.


Por Bianca Schröder, Instituto de Investigación para la Sostenibilidad de Potsdam


Por esta razón, es fundamental priorizar la protección óptima de los ecosistemas de Carbono Azul existentes. En un estudio publicado en la revista Estuarine, Coastal and Shelf Science , un equipo de investigadores, dirigido por Julian Koplin (AWI/RIFS) y Corina Peter (AWI), aboga por medidas para fortalecer los ecosistemas de Carbono Azul, alineando la acción climática con los objetivos de biodiversidad.

El cambio climático y la pérdida de biodiversidad se encuentran entre los desafíos globales más urgentes. Los ecosistemas de carbono azul —es decir, los ecosistemas marinos y costeros que capturan carbono y lo almacenan a largo plazo— ayudan a abordar ambos problemas: mitigan el cambio climático y cumplen importantes funciones ecosistémicas —afirma Koplin—.

Las praderas marinas y las marismas ya se definen como ecosistemas de carbono azul en el norte de Europa. Las contribuciones de las macroalgas, los sedimentos marinos y los arrecifes biogénicos aún no se han esclarecido de forma concluyente y aún se están estudiando.

La investigación sobre el carbono azul está en auge

Los autores enfatizan la necesidad de estandarizar los métodos de medición, ampliar los inventarios y mejorar los datos sobre los ecosistemas de Carbono Azul para subsanar las lagunas de conocimiento existentes. La investigación sobre el Carbono Azul está en auge, como lo demuestran numerosos proyectos financiados recientemente en todo el mundo. En Alemania, el acuerdo de coalición, el Programa de Acción para la Protección del Clima Natural y la Estrategia Nacional para el Uso Sostenible y la Protección de los Océanos identifican la investigación sobre el Carbono Azul como una prioridad.

El estudio sostiene que la estrategia de Carbono Azul de Alemania podría fortalecerse aún más mediante una investigación más sólida. Esta estrategia se basa en el Plan de Acción Federal sobre Soluciones Naturales para el Clima y la Biodiversidad de 2023.

Las directivas de la UE, como la Directiva sobre hábitats, la Directiva marco sobre la estrategia marina y la Ley de restauración de la naturaleza, que entraron en vigor en la UE en junio de 2024, establecen objetivos generales, incluida la protección del 30 % de las zonas terrestres y marinas y el mantenimiento o la restauración de los hábitats a un «buen estado ecológico», incluidos muchos ecosistemas de carbono azul.

Protección de depósitos de carbono como el Mar de Wadden

Los investigadores concluyen que, si bien ya existen enfoques estratégicos prometedores, se debería desarrollar un marco de gobernanza integral y coordinado que alinee las políticas regionales, nacionales y europeas, fomente una colaboración intersectorial eficaz y reduzca la fragmentación.

Creemos que es especialmente importante desarrollar salvaguardias legales, pero también desarrollar indicadores para monitorear y verificar los cambios en el almacenamiento de carbono a largo plazo. Un plan nacional de restauración del Carbono Azul podría fortalecer las sinergias entre las estrategias existentes de restauración, conservación y acción climática, afirma Koplin.

En Alemania, el enfoque principal debe ser asegurar las reservas marinas de carbono existentes para evitar la liberación adicional del carbono ya almacenado. Al mismo tiempo, las iniciativas de restauración deben centrarse en los ecosistemas donde se pueda maximizar el potencial de secuestro de carbono y los beneficios para la biodiversidad.

En zonas densamente pobladas y con un uso intensivo, como las costas alemanas, los intereses contrapuestos y las presiones económicas añaden complejidad. Abordar estos desafíos requiere una cuidadosa consideración de los factores sociales y políticos. La participación temprana de los grupos afectados es crucial para lograr resultados efectivos, explican los autores. Las funciones ecológicas, económicas y sociales de los ecosistemas de Carbono Azul y su contribución al desarrollo sostenible de las regiones y comunidades afectadas deben equilibrarse cuidadosamente para minimizar los conflictos, fomentar el apoyo público y garantizar su gestión sostenible.

Si bien las soluciones basadas en la naturaleza desempeñan un papel fundamental, la mitigación del cambio climático no puede basarse únicamente en ellas. Una mitigación eficaz y sostenible es un desafío complejo y multidimensional, donde la reducción de emisiones sigue siendo la principal prioridad. Además, el cambio climático actual también plantea riesgos significativos para los ecosistemas de carbono azul.

Más información: Julian Koplin et al., Potencial de carbono azul en Alemania: Estado y desarrollo futuro, Ciencia de estuarios, costas y plataformas (2025). DOI: 10.1016/j.ecss.2025.109354