Un nuevo estudio publicado en la revista One Earth revela que la forma en que los ecosistemas colapsan (abrupta o gradualmente) puede depender de la complejidad interna, de forma muy similar a cómo se comportan los materiales magnéticos bajo estrés.
El estudio, dirigido por el profesor John Dearing de la Universidad de Southampton con colegas de Rothamsted Research, la Universidad de Bangor y la Universidad de Edimburgo, desafía la suposición predominante de que los puntos de inflexión climáticos siempre ocurren repentinamente. En cambio, muestra que algunos sistemas terrestres a gran escala podrían estar experimentando colapsos graduales que son fáciles de pasar por alto, con profundas implicaciones para la política climática y la resiliencia planetaria.
«Algunos sistemas se quiebran. Otros se hunden», afirmó el profesor Simon Willcock de Rothamsted Research, miembro del equipo de estudio. «Nuestros hallazgos sugieren que el modelo clásico de vuelco abrupto —como un lago que de repente se vuelve verde por las algas— podría no ser aplicable a algunos de los sistemas más importantes de la Tierra, como los bosques, las capas de hielo o las corrientes oceánicas «.
Para investigar, los investigadores recurrieron a una fuente improbable: los materiales magnéticos . En el laboratorio, los imanes pueden cambiar de estado mediante campos externos. Estas respuestas al estrés reflejan cómo cambian los ecosistemas bajo presión ambiental. El equipo descubrió que los materiales con estructuras más simples y homogéneas mostraban cambios abruptos e irreversibles, similares a puntos de inflexión «duros». Sin embargo, los materiales más complejos presentaban puntos de inflexión «suaves», donde los cambios se producían gradualmente a medida que los componentes internos se realineaban.
Esta analogía ayuda a explicar por qué sistemas grandes y diversos (como las selvas tropicales o la circulación oceánica) pueden parecer estables incluso cuando se reorganizan silenciosamente bajo estrés.
Conclusiones clave del estudio:

One Earth (2025). DOI: 10.1016/j.oneear.2025.101358
- Los sistemas complejos se reorganizan gradualmente bajo estrés, enmascarando los primeros signos de colapso.
- Un cambio climático más rápido aumenta el riesgo de transiciones abruptas, incluso en sistemas que de otro modo cambiarían gradualmente.
- Los sistemas que cambian gradualmente pueden restaurarse más fácilmente si se toman medidas con suficiente antelación.
- Considerar los ecosistemas a una escala equivocada puede hacer que los responsables de las políticas pasen por alto señales de advertencia vitales.
Los autores advierten que la inacción podría ser fatal, ya que las respuestas retrasadas permiten que el estrés se acumule sin que se note, como las ranas que no se dan cuenta de que el agua está hirviendo.
«Nuestro trabajo sugiere que podríamos estar ya cruzando puntos de inflexión sin darnos cuenta», afirmó Dearing. «Durante demasiado tiempo, hemos tratado los puntos de inflexión como colapsos drásticos. Estos hallazgos muestran que algunos sistemas pueden caer en un colapso silencioso. Esto los hace aún más peligrosos. Disminuir el ritmo del cambio climático es esencial, no solo para evitar un colapso catastrófico, sino también para ganar tiempo para que los sistemas se adapten y se recuperen».
«Los cambios lentos pueden ser engañosos», afirmó el profesor Roy Thompson, coautor del estudio. «Las observaciones de laboratorio de los puntos de inflexión en materiales magnéticos nos brindan una forma segura y controlada de comprender lo que no podemos comprobar directamente en los ecosistemas y en el sistema climático global, sin depender de modelos informáticos».
El estudio subraya la importancia de la escala, la complejidad y el tiempo tanto en la modelización como en la gestión del cambio global . Exige definiciones más matizadas de los puntos de inflexión, inversión en monitoreo de alta resolución y medidas urgentes para reducir el ritmo de los factores de estrés ambiental.
«Este trabajo revoluciona el panorama del riesgo climático», afirmó Willcock. «No todos los puntos de inflexión son abruptos. Algunos son lentos y silenciosos, y puede que ya estemos en ellos. Si esperamos a que los ecosistemas griten, habremos esperado demasiado. El verdadero peligro reside en los sistemas que susurran mientras se desmoronan».
Más información: Reconciliando las teorías del punto de inflexión global: perspectivas de los experimentos magnéticos, One Earth (2025). DOI: 10.1016/j.oneear.2025.101358 . www.cell.com/one-earth/fulltex… 2590-3322(25)00184-8
