Más de 90 países pidieron el martes un tratado global para restringir la producción de plástico, antes de otra ronda de negociaciones reñidas sobre el pacto.
Las conversaciones fracasaron a fines de 2024 porque los países no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo evitar que millones de toneladas de desechos plásticos ingresen al medio ambiente cada año.
Antes de la próxima ronda de negociaciones en agosto, los ministros de 95 países hicieron un llamado simbólico para un tratado vinculante que limite la producción de plástico y elimine gradualmente los productos químicos nocivos.
«Esta declaración envía un mensaje claro y contundente: no nos rendiremos», dijo la ministra de Medio Ambiente de Francia, Agnes Pannier-Runacher, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza, en el sur de Francia, donde se emitió la declaración.
«Debemos reducir nuestra producción y consumo de plástico».
Las naciones llamadas «de alta ambición» han presionado durante mucho tiempo para que el acuerdo incluya límites a la fabricación de nuevo plástico, que en gran medida se fabrica a partir de productos químicos derivados de combustibles fósiles.
Un grupo opositor de países «con ideas afines» —en su mayoría gigantes del petróleo y la petroquímica— han rechazado los pedidos de límites a la producción y, en cambio, han presionado por un tratado que priorice la gestión de residuos .
La secretaria de Medio Ambiente de México, Alicia Bárcena, dijo que poner límites al plástico era fundamental «para enviar un mensaje sobre la raíz de la crisis del plástico» y que el reciclaje y la gestión de residuos por sí solos no resolverían el problema.
En 2019, el mundo produjo alrededor de 460 millones de toneladas de plástico, una cifra que se ha duplicado desde el año 2000, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Se espera que la producción de plástico se triplique para 2060.
Pero sólo el 9% del plástico se recicla a nivel mundial y cada día se vierte en océanos, ríos y lagos el equivalente a 2.000 camiones de basura en residuos plásticos.
«Nos alienta ver esta demostración de ambición por parte de la mayoría de los países, que están formando un frente unido contra el pequeño número de estados petroquímicos que intentan impedir un tratado sólido», dijo Ana Rocha de GAIA, una alianza de grupos activistas.
La declaración también pide la eliminación de «sustancias químicas preocupantes» en los plásticos que son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
Un tratado que carezca de estos elementos o que se base en medidas voluntarias «no sería eficaz para abordar el desafío de la contaminación plástica», dijeron.
La contaminación plástica es tan omnipresente que se han encontrado microplásticos en la cima del Monte Everest, en la fosa oceánica más profunda y en la sangre humana y la leche materna.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó el martes a las naciones a «enfrentar la plaga de la contaminación plástica » y expresó su esperanza de que las negociaciones del tratado concluyan este año.
