Más allá del Everest: las montañas ocultas que superan los 9.000 metros de altura


Aunque el Everest es la cima más alta del planeta medida desde el nivel del mar, existen montañas que lo superan si se consideran otros criterios geográficos y científicos.


Redacción Noticias de la Tierra


El Everest, con sus 8.849 metros sobre el nivel del mar, ha sido durante siglos el símbolo máximo de la altura terrestre y un desafío para exploradores, científicos y montañistas de todo el mundo. Sin embargo, nuevas mediciones geodésicas y comparativas geográficas sugieren que no es la montaña más alta de la Tierra en términos absolutos, sino solo la más elevada desde el nivel del mar.

La diferencia radica en cómo se mide la altura: mientras el Everest domina por altitud relativa, hay otras montañas que, si se contabilizan desde su base hasta su cima o se tienen en cuenta factores como el radio terrestre, superan la barrera de los 9.000 metros.

El Mauna Kea, el gigante oculto del Pacífico

El caso más emblemático es el del Mauna Kea, en Hawái. Este volcán inactivo solo alcanza 4.207 metros sobre el nivel del mar, pero su base se encuentra a más de 5.700 metros bajo el océano Pacífico. Si se mide desde esa base submarina hasta su cumbre, el Mauna Kea tiene una altura total de más de 10.200 metros, superando ampliamente al Everest.

Este dato convierte al Mauna Kea en la montaña más alta del planeta en términos absolutos, aunque no en altitud visible. Su estructura volcánica, formada por erupciones sucesivas de lava basáltica, ha crecido lentamente a lo largo de un millón de años, alcanzando dimensiones que desafían la percepción humana de lo que significa una montaña.

Chimborazo, el más cercano al espacio

Otro caso curioso es el del Chimborazo, en Ecuador. Con una altitud de 6.263 metros sobre el nivel del mar, parecería modesto frente al Everest, pero debido al achatamiento del planeta en los polos, su cima es el punto más alejado del centro de la Tierra y, por tanto, el más cercano al espacio exterior.

Esto se debe a que el radio ecuatorial es unos 21 kilómetros mayor que el polar, lo que sitúa al Chimborazo unos 2.000 metros “más alto” que el Everest respecto al centro del planeta. En términos astronómicos, es la montaña que literalmente “toca antes el cielo”.

La magia de medir la Tierra

Estas diferencias de criterio muestran que la definición de “la montaña más alta” depende del punto de referencia. Desde el nivel del mar, el Everest sigue siendo el rey. Pero si se considera la altura total desde la base o la distancia al centro terrestre, el Mauna Kea y el Chimborazo le arrebatan el título por méritos propios.

Los geógrafos y geólogos señalan que estas distinciones no son simples curiosidades: sirven para comprender mejor la estructura del planeta, sus desplazamientos tectónicos y la evolución de las cordilleras.

Un planeta de montañas extremas

La Tierra es un mosaico de relieves extremos, donde la altura y la profundidad se equilibran en una danza geológica permanente. Desde las cordilleras del Himalaya hasta los volcanes del Pacífico, cada formación cuenta una historia sobre el poder del tiempo, la presión interna y el movimiento constante de las placas tectónicas.

Más allá de los récords y las cifras, estas montañas recuerdan que la grandeza del planeta no se mide solo en metros, sino también en su capacidad de inspirar asombro, respeto y curiosidad científica.

Referencias
La Razón. (2025). ¿Hay montañas en la Tierra que superen los 9.000 metros de altura?