Mediante la perforación del lecho marino a 850 m de profundidad en la bahía de Disko, frente a la costa oeste de Groenlandia, investigadores de la Universidad de Copenhague han obtenido el primer registro histórico de contaminación por plásticos en Groenlandia. Los nuevos datos sugieren una relación con el desarrollo socioeconómico local y representan un avance hacia el desarrollo de un método común para analizar y cartografiar la contaminación global por microplásticos.
por Kristian Bjørn-Hansen, Universidad de Copenhague
Mediante la denominada perforación de núcleos del fondo marino , similar a las técnicas de extracción de núcleos de hielo empleadas por los glaciólogos, investigadores de la Universidad de Copenhague, en colaboración con colegas de la Universidad de Aarhus, han logrado el primer registro histórico de contaminación por plástico en el fondo marino de Groenlandia. La investigación se publica en la revista Communications Earth & Environment .
El registro muestra una mayor acumulación de microplásticos en el fondo marino desde la década de 1950, con fluctuaciones significativas. Si bien condiciones ambientales particulares, como las heladas y la descarga de los glaciares, podrían influir, curiosamente estos aumentos y disminuciones en la acumulación de plástico también se alinean con el desarrollo socioeconómico histórico de Groenlandia.
«Nuestros datos muestran una coincidencia entre los proyectos de construcción y otros eventos socioeconómicos ocurridos localmente en Groenlandia durante la modernización del país, así como un aumento significativo en la cantidad de plástico acumulado en el lecho marino. Como investigadores de la contaminación por plástico, podemos utilizar este conocimiento para reevaluar las fuentes de plástico», afirma la Dra. Karla Parga Martínez, del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales, quien actualmente realiza un posdoctorado en la Universidad McGill, Canadá.
Una opinión predominante ha sido que la mayor parte del plástico llega al Ártico a través de las corrientes oceánicas , pero los nuevos datos destacan que las fuentes locales también desempeñan un papel importante. Según los investigadores, este conocimiento puede ayudarles a refinar los datos globales sobre la contaminación por plástico.
Existe un fuerte interés entre los científicos por obtener datos de alta calidad sobre el plástico en los océanos, lo que nos permitirá tener una visión general del problema de la contaminación plástica y desarrollar modelos para monitorear la evolución de las tendencias. Este proyecto de investigación es un paso importante en esa dirección. Por primera vez, contamos con un panorama histórico de la contaminación plástica en la región ártica , afirma la coautora, la Dra. Nicole Posth, profesora asociada del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales.
Este logro podría ayudar a impulsar nuevas soluciones al documentar la amplia distribución de plásticos a lo largo de su historia de producción.
Es importante demostrar que el plástico está llegando al fondo del océano y que nuestras acciones influyen directamente en nuestro medio ambiente. Cada vez tenemos más pruebas del impacto negativo del plástico en la salud de los ecosistemas (y de los seres humanos). Esto ya es una realidad; debemos explorar su alcance y se necesitan nuevos estudios como este para aportar pruebas al respecto, afirma Posth.
Un método a seguir
Los investigadores desarrollaron métodos refinados para extraer muestras de los sedimentos oceánicos e identificar plásticos por su composición polimérica analizando el contenido total de las muestras.
Al introducir un tubo en el fondo marino, los investigadores pudieron extraer núcleos para su análisis. Estas muestras se dataron mediante la datación por radionúclidos, donde se miden los isótopos en desintegración para determinar la edad de un material.
Al cortar los núcleos en lo que corresponde a períodos de tiempo relativamente cortos y aislar los microplásticos de los componentes del fondo marino (arena, arcilla, restos orgánicos, etc.), pudieron luego comparar la composición química del plástico con una biblioteca de plásticos conocidos de diferentes edades.
Finalmente, al hacer coincidir el tipo de microplástico con la edad del sedimento del fondo marino del que se extrajo, pudieron construir un registro en la historia.
Según los investigadores, estos refinamientos metódicos podrían terminar desempeñando un papel más importante en nuestra comprensión de la contaminación plástica en los océanos del mundo, ya que podrían aplicarse en muchos otros lugares del mundo y proporcionar datos globales sólidos y más alineados.
«Cuando nos reunimos para comunicar nuestros resultados a la comunidad científica, necesitamos hablar el mismo idioma, por lo que es importante contar con métodos de amplia aplicación y transparencia sobre las características de los sitios de estudio para poder alinear los resultados a nivel mundial y entre laboratorios», afirma Posth.

Evidencia tangible del Antropoceno
El llamado Antropoceno se refiere al período de la historia reciente de la Tierra donde la actividad humana ha afectado el clima y los ecosistemas de nuestro planeta. El concepto se ha convertido en un término aceptado en los debates culturales y sociales, pero como concepto científico, sigue siendo controvertido.
«No es un período geológico aceptado. Sin embargo, la acumulación de plástico en el fondo marino es ahora una parte muy tangible de ese debate, porque tenemos una prueba irrefutable de que la humanidad ha dejado su huella geológica incluso en este remoto lugar», afirma Posth.
La contaminación plástica de los océanos deja una huella humana medible a escala global e histórica, cuyo impacto apenas ahora estamos empezando a comprender.
«Si queremos evaluar las consecuencias de nuestras acciones como especie para la biosfera que habitamos, es necesario comprender la historia geológica de nuestra presencia. Por eso son importantes los registros históricos de contaminación plástica, como el que hemos creado en Groenlandia Occidental», concluye el investigador.
Más información: Karla Parga Martínez et al., La deposición de microplásticos en sedimentos árticos de Groenlandia aumenta significativamente después de 1950, Communications Earth & Environment (2024). DOI: 10.1038/s43247-024-01768-y
