Los científicos han descubierto cientos de cuerpos de arena gigantes bajo el Mar del Norte que parecen desafiar los principios geológicos fundamentales y podrían tener implicaciones importantes para la energía y el almacenamiento de carbono.
por la Universidad de Manchester
Utilizando imágenes sísmicas (ondas de sonido) 3D de alta resolución, combinadas con datos y muestras de rocas de cientos de pozos, investigadores de la Universidad de Manchester, en colaboración con la industria, identificaron grandes montículos de arena, algunos de varios kilómetros de ancho, que parecen haberse hundido, desplazando materiales más antiguos, livianos y blandos de debajo de ellos.
El resultado es una inversión estratigráfica, una inversión del orden geológico habitual en el que las rocas más jóvenes suelen depositarse sobre las más antiguas en una escala nunca antes vista.
Si bien la inversión estratigráfica se ha observado anteriormente en pequeñas escalas, las estructuras descubiertas por el equipo de Manchester, ahora llamadas «sinkites», son el mayor ejemplo del fenómeno documentado hasta ahora.
El hallazgo, publicado en la revista Communications Earth & Environment, desafía la comprensión de los científicos sobre el subsuelo y podría tener implicaciones para el almacenamiento de carbono.
El autor principal, el profesor Mads Huuse, de la Universidad de Manchester, afirmó: «Este descubrimiento revela un proceso geológico nunca antes observado a esta escala. Hemos encontrado estructuras donde la arena densa se hundió en sedimentos más ligeros que flotaron hasta la superficie, invirtiendo las capas convencionales que esperaríamos ver y creando enormes montículos bajo el mar».
Se cree que las sincitas se formaron hace millones de años, entre el Mioceno Tardío y el Plioceno, cuando terremotos o cambios repentinos en la presión subterránea pudieron haber licuado la arena y hundido a través de fracturas naturales en el lecho marino. Esto desplazó las balsas de limo subyacentes, más porosas pero rígidas —compuestas principalmente por fósiles marinos microscópicos—, unidas por grietas de contracción, lo que las hizo flotar hacia arriba. Los investigadores han denominado a estas formaciones más ligeras y elevadas «floatitas».
El hallazgo podría ayudar a los científicos a predecir mejor dónde podrían estar atrapados el petróleo y el gas y dónde es seguro almacenar dióxido de carbono bajo tierra.
El profesor Huuse afirmó: «Esta investigación muestra cómo los fluidos y sedimentos pueden moverse en la corteza terrestre de formas inesperadas. Comprender cómo se formaron estas sinkitas podría cambiar significativamente la forma en que evaluamos los yacimientos subterráneos, el sellado y la migración de fluidos, todos ellos vitales para la captura y el almacenamiento de carbono».
Ahora el equipo está ocupado documentando otros ejemplos de este proceso y evaluando exactamente cómo impacta nuestra comprensión de los reservorios subterráneos y los intervalos de sellado.
El profesor Huuse añadió: «Como ocurre con muchos descubrimientos científicos , hay muchas voces escépticas, pero también muchas que apoyan el nuevo modelo. El tiempo y más investigaciones dirán hasta qué punto es aplicable».
Más información: Jan Erik Rudjord et al., Montículos y sinquitas a escala kilométrica formados por inversión estratigráfica impulsada por flotabilidad, Communications Earth & Environment (2025). DOI: 10.1038/s43247-025-02398-8
