El intento de siembra de nubes en Delhi no logra reducir la contaminación atmosférica y genera dudas sobre su eficacia.


Los esfuerzos de la India por combatir la contaminación atmosférica mediante la siembra de nubes en su extensa capital, Nueva Delhi, parecen haber fracasado, y científicos y activistas cuestionan la eficacia de la medida.


Por Parvaiz BUKHARI


La siembra de nubes consiste en rociar partículas como yoduro de plata y sal en las nubes desde aeronaves para provocar lluvia, que puede eliminar los contaminantes del aire.

Las autoridades de Delhi, en colaboración con el Instituto Indio de Tecnología (IIT) de Kanpur, comenzaron la semana pasada pruebas utilizando una aeronave Cessna sobre algunas zonas de la ciudad.

Pero las autoridades indicaron que los primeros ensayos produjeron muy poca lluvia debido a la escasa nubosidad.

«Esto jamás funcionará, es una ilusión», afirmó Bhavreen Kandhari, activista medioambiental de Delhi. «Solo cuando eliminemos las fuentes de contaminación atmosférica podremos controlarla».

Según informan los medios locales, el gobierno ha gastado alrededor de 364.000 dólares en los ensayos.

Cada invierno, una densa niebla tóxica asfixia a Delhi y a sus 30 millones de habitantes. El aire frío atrapa las emisiones procedentes de incendios agrícolas, fábricas y vehículos.

A pesar de diversas intervenciones —como restricciones a los vehículos, torres de succión de smog y camiones rociadores de niebla— la calidad del aire se encuentra entre las peores del mundo para una capital.

Un día después del último ensayo, los niveles de partículas PM2.5 cancerígenas alcanzaron los 323, más de 20 veces los límites diarios establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Es probable que la situación empeore aún más durante la temporada.

Un estudio publicado el año pasado en The Lancet Planetary Health estimó que 3,8 millones de muertes en India entre 2009 y 2019 estuvieron relacionadas con la contaminación del aire.

Infografía que muestra cómo la siembra de nubes con yoduro de plata podría reducir la contaminación del aire.

También existen interrogantes sobre el impacto a largo plazo de los propios productos químicos rociados.

Si bien la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos señala que estudios «limitados» sugieren que el yoduro de plata no representa un riesgo para el medio ambiente ni para la salud, reconoce que se «desconoce» el impacto de un uso más generalizado.

‘Proceso de investigación’

Los activistas medioambientales afirman que, aunque la siembra de nubes produzca lluvia, los beneficios son efímeros.

El climatólogo Daniele Visioni, de la Universidad de Cornell, afirmó que no estaba claro cuán eficiente era en condiciones de alta contaminación.

«No puede crear lluvia donde no hay humedad en el aire, sino que simplemente ‘fuerza’ a que parte del agua se condense en un lugar en vez de en otro», dijo a la AFP.

«Solo hay una cosa que puede reducir la contaminación de forma sensata: evitar la quema de combustibles fósiles.»

Virendra Sachdeva, del gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) de Delhi, dijo que era demasiado pronto para descartar el experimento de siembra de nubes como un «fracaso científico».

«Es parte del proceso de investigación, y el éxito no siempre se logra en el primer intento», dijo a los periodistas.

Sin embargo, dos científicos atmosféricos del IIT de Delhi calificaron el plan de siembra de nubes como «otro truco publicitario».

La calidad del aire en Nueva Delhi se encuentra entre las peores del mundo para una capital.

«Es un caso de libro de texto de ciencia mal aplicada e ignorada la ética», escribieron Shahzad Gani y Krishna Achutarao en el periódico The Hindu.

Mohan George, del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente con sede en Delhi, afirmó que la lluvia artificial no era la solución.

«Los niveles de contaminación volverán casi inmediatamente cuando cesen las lluvias», dijo el científico a la AFP.

Cuando funciona, aumenta las precipitaciones en una zona, aunque potencialmente las disminuye en otra.

‘Espectáculo costoso’

La siembra de nubes, desarrollada por primera vez en la década de 1940, se ha utilizado en varios países para inducir la lluvia, disipar la niebla y reducir la sequía, pero con resultados dispares.

China lo utilizó durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en un intento por controlar el clima.

Gani y Achutarao afirmaron que las causas de la contaminación de Delhi —las emisiones descontroladas y la quema estacional de cultivos— son bien conocidas.

También lo son las soluciones: combustibles más limpios, mejor gestión de residuos y una aplicación más estricta de las normas.

«En lugar de reforzar estas prioridades, partes del ecosistema científico —investigadores, asesores e instituciones— están dando credibilidad a un costoso espectáculo que poco contribuirá a solucionar las causas de la crisis», afirmaron.