Guía completa para el cultivo exitoso de fresas: desde la siembra hasta la cosecha


Las fresas son frutas deliciosas y versátiles que se pueden disfrutar en una variedad de platos y postres. Cultivar fresas a gran escala puede ser una experiencia gratificante si se hace de la forma adecuada.


En esta guía básica, se proporcionan de forma rápida los pasos básicos para cultivar fresas de manera exitosa, desde la preparación del suelo, el riego, y hasta la cosecha.

  1.  Preparación del suelo y siembra

Antes de comenzar el cultivo de fresa, es importante preparar adecuadamente el suelo. De preferencia en un lugar soleado y drenado, o en invernadero. Las fresas prefieren un pH ligeramente ácido, con un pH de entre seis y siete, máximo.

Después de preparar el suelo, se siembran las fresas. Se pueden plantar a partir de semillas, plántulas o corredores. Los corredores son pequeñas plantas hijas que se forman a partir de la planta madre y se pueden trasplantar fácilmente. Coloca las plántulas o los corredores en el suelo, asegurando que las raíces estén cubiertas, pero sin enterrar la corona de la planta.

  • Riego por goteo y riego por microaspersión

El riego por microaspersión es un sistema de riego popular para el cultivo de fresas. Consiste en la instalación de microaspersores alrededor de las plantas que rocían agua finamente, imitando la lluvia. Este sistema es beneficioso, ya que proporciona una distribución uniforme del agua y evita el encharcamiento. Se deben colocar los microaspersores de manera que el agua alcance todas las plantas y el suelo circundante.

Otra opción común para el riego del cultivo de fresas es el sistema de riego por goteo. Este sistema consiste en la instalación de tuberías con pequeños orificios cerca de las plantas. El agua gotea lentamente en el suelo, directamente sobre las raíces de las plantas. El riego por goteo es altamente eficiente, ya que reduce el desperdicio de agua al entregarla directamente a las raíces de las plantas.

  • Cuidado y mantenimiento

Durante el proceso de crecimiento de las fresas, es fundamental mantener el suelo húmedo pero no empapado. Monitorear regularmente la humedad del suelo y ajustar el riego según sea necesario es recomendable. Este paso es muy fácil si se utiliza tecnología como la de rieggo para monitorear los cultivos desde una aplicación móvil.

Además del riego, se debe asegurar la fertilización de las plantas de manera regular. Se recomienda utilizar un fertilizante equilibrado que contenga nitrógeno, fósforo, y potasio para promover un crecimiento saludable.

  • Protección y control de plagas

Las fresas son susceptibles a diversas plagas y enfermedades, por lo que es importante protegerlas adecuadamente. Utilizando cubiertas de hileras o mallas para proteger las plantas de los insectos y pájaros es una de las mejores formas.

Se debe vigilar el jardín regularmente en busca de signos de plagas o enfermedades, como manchas en las hojas o frutos dañados. En caso de infestación, utilizar métodos orgánicos o productos naturales para el control de plagas.

  • Cosecha

Después de seguir todos los pasos anteriores, llegará el momento de la cosecha. Las fresas estarán listas para ser recolectadas cuando adquieran un color rojo brillante y se sientan firmes al tacto. Debe hacerse con cuidado para no dañar las plantas y disfrutar de su delicioso sabor.

Si bien esta guía es muy sencilla y rápida, contiene todas las recomendaciones básicas para un cultivo de fresa saludable. Se debe recordar preparar adecuadamente el suelo, utilizar sistemas de riego como el riego por microaspersión o el riego por goteo, brindarles el cuidado necesario con la tecnología de rieggo, y protegerlas de plagas y enfermedades. Con un poco de atención y paciencia, se tendrá la mejor cosecha cada año.