La perspectiva desde el espacio desbloquea el ciclo del agua del Amazonas


La cuenca del Amazonas es la cuenca fluvial más grande del mundo, con una hidrología intrincada y compleja. Se extiende por siete naciones y alimenta 4 de los 10 ríos más grandes del mundo. 


por Aaron Sidder, Eos


La cuenca abarca densos bosques tropicales, extensas llanuras aluviales y humedales interconectados. La región también recibe mucha lluvia, aproximadamente 2200 milímetros (86 pulgadas) por año. Obtener una mejor comprensión de la hidrología amazónica es esencial, especialmente a la luz de los cambios ambientales en curso en la cuenca, con crecientes inundaciones, sequías, construcción de presas y deforestación.

Dado el tamaño y la complejidad del ecosistema, los científicos han utilizado la tecnología satelital para convertir al Amazonas en el principal laboratorio de teledetección del mundo para la ciencia hidrológica y del ciclo del agua . Y hay más ciencia emocionante en el horizonte: durante los próximos años, la NASA planea lanzar dos satélites de hidrología dedicados: la misión de superficie acuática y topografía oceánica (FODA) y la misión NASA-ISRO SAR (NISAR).

Antes de las próximas misiones de teledetección, Fassoni-Andrade et al. publicó recientemente una revisión completa de la hidrología de la cuenca. Un equipo internacional de más de 20 científicos compiló el estudio, que analiza tres décadas de trabajo. La evaluación evalúa la precipitación, la evapotranspiración, el agua superficial , los ecosistemas acuáticos, los cambios ambientales y más a través de la lente de la teledetección. La revisión proporciona una visión holística del ciclo del agua de la Amazonía al tiempo que presenta desafíos y brechas de conocimiento para futuras investigaciones en la región.

Los autores tratan cada tema como una subvista; por ejemplo, al observar la precipitación, los autores discuten cómo los sensores infrarrojos y de microondas monitorean la lluvia y describen los algoritmos que procesan los datos. Luego informan sobre aplicaciones exitosas de teledetección, como la forma en que un proyecto usó datos satelitales para delinear el comienzo y el final de la temporada de lluvias del Amazonas. Por último, los autores describen algunos desafíos de la medición de la precipitación a través de la teledetección, incluidos los relacionados con la asimetría de las lecturas de los satélites y los procesos meteorológicos en el suelo. Aplican una estructura similar a los demás temas evaluados en la revisión.

Según los autores, su estudio sirve de modelo para que otras cuencas fluviales sinteticen información hidrológica a gran escala. Aunque el conocimiento revisado en el documento debe traducirse a la gestión del agua y la gobernanza ambiental, los autores esperan que el estudio conduzca a una agenda integrada de seguimiento e investigación en toda la cuenca.