Un nuevo modelo global muestra cómo reducir las presiones ambientales a los niveles de 2015 para 2050


Un estudio publicado en Nature concluye que, con decisiones políticas audaces y coordinadas (en materia de emisiones, dietas, desperdicio de alimentos y eficiencia del agua y el nitrógeno), la humanidad podría, para 2050, hacer que las presiones ambientales globales vuelvan a los niveles de 2015. Este cambio nos acercaría mucho más a un futuro en el que las personas de todo el mundo puedan vivir dentro de los límites de la Tierra.


por la Universidad de Utrecht


«Nuestros resultados muestran que es posible volver a límites más seguros, pero solo con un cambio decisivo y sistémico», afirma el autor principal, el profesor Detlef Van Vuuren, investigador de la Universidad de Utrecht y de la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos (PBL).

El marco de límites planetarios, introducido por primera vez por un equipo internacional de científicos en 2009, define nueve procesos críticos del sistema terrestre que mantienen las condiciones en las que las sociedades humanas han prosperado durante los últimos 10.000 años. Cruzar estos límites aumenta el riesgo de desestabilizar el sistema terrestre, llevándolo a un estado mucho menos propicio.

Hasta la fecha, los científicos estiman que ya se han cruzado seis de estos nueve límites: los relacionados con el cambio climático , la integridad de la biosfera, la disponibilidad de agua dulce, el uso de la tierra , la contaminación por nutrientes y las entidades nuevas.

Regresando del abismo

Este nuevo estudio centra su atención en el futuro y explora si políticas ambiciosas pero técnicamente factibles podrían cambiar nuestra trayectoria.

Esta es la primera vez que utilizamos un modelo global con visión de futuro para preguntarnos: ¿cómo evolucionarán las cosas si continuamos así? ¿Podemos evitar traspasar estos límites o recuperarnos de ellos? Y, de ser así, ¿qué haría falta?, afirma Van Vuuren.

Para responder a estas preguntas, el marco de límites planetarios se integró en un Modelo de Evaluación Integrada integral —Modelo Integrado para la Evaluación del Medio Ambiente Global (IMAGE)— que describe el desarrollo humano futuro y los posibles impactos en el medio ambiente global. El modelo proyectó resultados para ocho de los nueve límites planetarios bajo diferentes escenarios futuros, incluyendo aquellos con sólidas medidas de política ambiental.

Sistemas críticos como el clima y la biodiversidad ya se encuentran fuera de los límites de seguridad, y la mayoría incluso supera los umbrales de alto riesgo, lo que indica un inminente escenario de múltiples crisis. Utilizando proyecciones para 2030, 2050 y 2100, el estudio muestra que, según las tendencias actuales, se prevé que para 2050 se superen todos los límites planetarios, excepto el agotamiento del ozono.

«Si continuamos por caminos centrados en intereses nacionales o locales, la situación podría deteriorarse aún más, lo que pondrá de relieve la necesidad de una acción global coordinada», afirma Van Vuuren.

Cinco medidas clave para frenar la curva

Los investigadores identifican cinco medidas que juntas podrían reducir significativamente la transgresión ambiental:

  • Mitigación del cambio climático: alcanzar el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París mediante una reducción agresiva de las emisiones de gases de efecto invernadero
  • Cambio en el consumo de alimentos: un cambio generalizado hacia dietas que sean saludables y buenas para el medio ambiente, según la definición de la Comisión EAT-Lancet, que alcanzará una adopción global del 80 % en 2050.
  • Reducción del desperdicio de alimentos : reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos reduciendo las pérdidas en las cadenas de suministro y el consumo excesivo
  • Mejora de la eficiencia en el uso del agua: reducir la extracción de agua para energía, hogares e industria en un 20%, y para riego en un 30%, para garantizar la sostenibilidad ambiental.
  • Mejora de la eficiencia en el uso del nitrógeno: aumentar la eficiencia del uso de nutrientes al 70-80 % en la agricultura para 2050, frente al 50 % actual.

En conjunto, estas medidas podrían hacer que la presión sobre nuestro planeta vuelva a ser similar a la de 2015, lo que supone una mejora notable respecto de las proyecciones habituales y un paso crucial para garantizar el bienestar humano a largo plazo sin salirnos de los límites de la Tierra.

El estudio también muestra que es posible que algunos sistemas del planeta vuelvan a la «zona segura» para 2050 si se implementan políticas sólidas. Sin embargo, para otros sistemas, incluso los esfuerzos más ambiciosos podrían no ser suficientes para entonces, y seguiríamos superando los límites de seguridad.

«Para garantizar un planeta habitable a largo plazo, se necesitarán acciones aún más contundentes después de 2050», afirma Van Vuuren.

Los autores advierten que las suposiciones que sustentan estos escenarios son ambiciosas. «Los sistemas cambian lentamente y estamos modelando cambios casi universales —como cambios generalizados en la dieta—, lo cual podría resultar excesivamente optimista dadas las tendencias globales actuales», señalan.

«Sin embargo, el mensaje es claro: aún podemos cambiar la situación», afirma Van Vuuren.

Si bien no podemos evitar por completo la sobreexplotación, podemos acercarnos mucho más a vivir dentro de los límites planetarios. Eso marca una gran diferencia. En otras palabras, añade: «El planeta está gravemente enfermo, pero ciertamente aún no es terminal».

Más información: Explorando vías para el desarrollo mundial dentro de los límites planetarios, Nature (2025). DOI: 10.1038/s41586-025-08928-w