Los bosques desempeñan un papel crucial en la promoción de la salud y el bienestar, pero no todos ofrecen los mismos beneficios. Un estudio internacional a gran escala, codirigido por la Universidad de Surrey y la Universidad de Ghent, demuestra cómo las características específicas de los bosques, como la densidad del dosel y la diversidad de especies arbóreas, pueden afectar diversos indicadores de salud.
La investigación, publicada en Nature Sustainability , fue realizada por diversos socios internacionales en el marco del proyecto de investigación Dr. Forest. Investigó 164 bosques en cinco países europeos y aportó información valiosa para la gestión forestal y la planificación urbana . El estudio examinó siete características ecológicas de los bosques y su influencia en diferentes efectos sobre la salud humana.
Se ha comprobado que la diversidad de especies arbóreas tiene un efecto limitado, pero positivo, en la salud y el bienestar humanos. Por lo tanto, aumentar la diversidad de especies arbóreas se considera una intervención segura y beneficiosa para los gestores forestales, que también ofrece múltiples beneficios colaterales más allá de la salud humana, como el fomento de la biodiversidad no arbórea asociada.
Se descubrió que las estructuras forestales, en particular la estructura del dosel, tienen el mayor impacto en la salud, con sus propias ventajas y desventajas. Un dosel denso reduce el estrés térmico al proporcionar más sombra y crear un microclima más estable, a la vez que mejora la calidad del aire al aumentar la superficie foliar para la deposición de partículas finas, ambos elementos cruciales en zonas urbanas donde las olas de calor y los contaminantes atmosféricos son más frecuentes.

Por otro lado, una cubierta vegetal densa también puede aumentar el riesgo de enfermedad de Lyme (ya que las garrapatas prosperan en climas húmedos) y provocar que llegue menos luz al suelo del bosque , lo que puede obstaculizar el crecimiento de plantas medicinales y afectar sus posibles beneficios para la salud.
Desde el punto de vista de la salud mental, el simple hecho de estar en un bosque resultó beneficioso, ya que redujo la ansiedad y el estrés, y aumentó las emociones positivas. Los bosques que las personas percibían como más biodiversos y naturales también resultaron ser los más beneficiosos para la salud mental.
Nuestro estudio demuestra que los bosques generalmente brindan beneficios para la salud mental, reduciendo la ansiedad y el estrés, independientemente de su biodiversidad o estructura. Dado que una de cada seis personas en Inglaterra experimenta ansiedad y depresión cada semana, esta investigación sugiere que el simple hecho de estar en un bosque puede mejorar la salud mental.
Para el Reino Unido, esto significa preservar los bosques urbanos para que las personas puedan acceder fácilmente a los bosques donde viven, trabajan y se divierten, lo que contribuye a su bienestar mental. El NHS podría prescribir el contacto con los bosques, ya que las investigaciones demuestran que sus recomendaciones sobre la naturaleza son eficaces para mejorar la salud mental , afirma la Dra. Melissa Marselle, profesora de psicología ambiental.
Más información: Loïc Gillerot et al., La biodiversidad y la estructura de los bosques modulan los beneficios y riesgos para la salud humana, Nature Sustainability (2025). DOI: 10.1038/s41893-025-01547-3
