De vez en cuando, cuando las placas tectónicas de la Tierra se desplazan, el planeta emite una larga y lenta exhalación de dióxido de carbono. En un nuevo estudio de modelado publicado en Geochemistry, Geophysics, Geosystems , R. Dietmar Müller y sus colegas muestran cómo este gas liberado desde las profundidades de la Tierra puede haber afectado al clima durante los últimos mil millones de años.
Por Saima May Sidik, Eos
Los volcanes, los respiraderos submarinos y las dorsales oceánicas se encuentran en los lugares donde las placas de la Tierra chocan o se separan. Cada una de estas estructuras proporciona al dióxido de carbono una ruta para escapar de las profundidades del planeta y entrar en la atmósfera. Aunque su impacto en el clima es menor en comparación con las emisiones antropogénicas , se cree que los gases liberados desde las profundidades de la Tierra tienen un impacto sustancial en la composición de la atmósfera terrestre a lo largo de escalas de tiempo geológicas.
Los científicos han estimado a menudo el volumen de dichas emisiones de carbono basándose únicamente en el gas liberado por la tectónica de placas. Pero la tectónica de placas también puede capturar carbono incorporándolo a la nueva corteza formada en las dorsales oceánicas. En el nuevo trabajo, los investigadores se basaron en dos estudios recientes sobre los últimos mil millones de años de movimiento de las placas para modelar con mayor precisión la cantidad de dióxido de carbono que ha generado este proceso.
Los hallazgos del modelo son coherentes con la forma en que se cree que el clima de la Tierra ha cambiado con el tiempo. Por ejemplo, los períodos durante los cuales el modelo sugiere que se liberó más carbono coinciden con los períodos más cálidos de la historia de la Tierra, como el comienzo del período Ediacárico hace unos 653 millones de años.
Los períodos que el modelo sugiere que pueden haber tenido niveles más bajos de emisión de carbono coinciden con períodos más fríos de la historia de la Tierra, como el período de la «Tierra bola de nieve» de hace 700 a 600 millones de años.
La investigación también sugiere que la ruptura de Pangea permitió que se liberaran grandes cantidades de dióxido de carbono a medida que las placas del planeta se separaban, lo que es consistente con el calentamiento que se cree que ocurrió durante ese tiempo.
Los investigadores concluyen que la actividad tectónica es un factor determinante de la composición atmosférica de la Tierra a lo largo del tiempo geológico. A pesar de los avances recientes, aún queda mucho por aprender sobre cómo el movimiento de las placas afecta el ciclo del carbono del planeta.
Más información: R. Dietmar Müller et al, Solid Earth Carbon Degassing and Sequestration Since 1 Billion Years Ago, Geoquímica, Geofísica, Geosistemas (2024). DOI: 10.1029/2024GC011713