El movimiento de las placas tectónicas da forma a las características rocosas de la superficie de la Tierra. La convergencia de las placas puede formar cadenas montañosas o fosas oceánicas, y su divergencia puede formar dorsales oceánicas.
por Rachel Fritts, Unión Geofísica Americana
Pero no son sólo las propias placas las que influyen en la topografía de la Tierra. La capa del manto que se encuentra debajo ejerce su propia influencia sutil, que se puede observar incluso en lugares alejados de los bordes de las placas tectónicas y se denomina topografía residual.
Para comprender mejor cómo el manto afecta la topografía, Stephenson y sus colegas, basándose en trabajos anteriores centrados en los océanos, crearon dos nuevas bases de datos. El artículo se publica en el Journal of Geophysical Research: Solid Earth .
Uno recopila 26.725 mediciones del espesor de la corteza en todo el mundo, la base de datos más grande de este tipo hasta la fecha, junto con estimaciones de la velocidad sísmica. El otro contiene análisis de laboratorio de la velocidad sísmica en función de la temperatura, la densidad y la presión. En conjunto, estas mediciones ayudaron a separar las influencias de la corteza terrestre en la topografía de las influencias del manto para identificar la topografía residual.
Los investigadores descubrieron que las diferencias en la temperatura y la estructura química del manto pueden provocar oleajes y cuencas en el paisaje distintas de las que se forman en los bordes de las placas tectónicas. Estas características pueden aumentar o disminuir hasta 2 kilómetros y extenderse por cientos o miles de kilómetros, todo dentro del interior de las placas.
Algunas de las olas más altas (alrededor de 2 kilómetros), que se cree que corresponden a lugares donde el manto es particularmente caliente, se pueden encontrar en la región de Afar-Yemen-Mar Rojo, el oeste de América del Norte e Islandia. Algunas de las cuencas más profundas (más de 1,5 kilómetros de profundidad), donde se cree que el manto es más frío, se encuentran en áreas cercanas a los mares Negro, Caspio y Aral, así como en la llanura de Europa del Este. Este patrón de oleajes y cuencas puede controlar, hasta cierto punto, los lugares donde se producen importantes erosión y deposición sedimentaria.
Estas características topográficas pueden desarrollarse lentamente a lo largo de millones de años, pero aun así controlan importantes procesos geológicos. Según los investigadores, estos hallazgos podrían ayudar a explicar la existencia de magmatismo que se encuentra lejos de los límites de las placas. También podrían ayudar a los científicos a comprender los efectos esquivos del flujo del manto de la Tierra en la superficie a lo largo del tiempo geológico.
Más información: Simon N. Stephenson et al, Topografía residual continental extraída del análisis global de la estructura de la corteza, Journal of Geophysical Research: Solid Earth (2024). DOI: 10.1029/2023JB026735