Los mamíferos en general y a diferencia de cualquier otro grupo de vertebrados tienen entre sus especies tres sistemas reproductivos diferentes, desde el más primitivo hasta el más evolucionado y exclusivo de los mamíferos
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT
Existe una variación en la capacidad de desarrollo de las crías en los mamíferos, que está ligada a diferentes procesos evolutivos y no se relaciona el tiempo de gestación o la capacidad o la rapidez de desplazamiento de las crías. La diferencia del grado evolutivo está más relacionado con la estrategia de supervivencia de la especie. Como ejemplo, las especies de herbívoros medianos y grandes, como el caso de los Artiodáctilos y Perisodáctilos (caballos, antílopes, venados y tapires) que tienen alta posibilidad de ser predadas por vivir en campo abierto y no tener madrigueras, tienen las crías con una mayor capacidad de desarrollo, para que puedan huir más rápido de los predadores. Estas especies por lo general, solamente tienen una cría por parto. En el caso de los carnívoros (cánidos, felinos, entre otros) o de aquellas especies que tienen la capacidad de tener madrigueras, el número de crías es superior a uno, en algunos casos hasta diez, pero el grado de desarrollo al nacer es menor y tienen una dependencia más prolongada de la madre. El número de crías no necesariamente se relaciona con su capacidad de supervivencia. Algunos factores como el ambiente y la relación presa-depredador en la que se encuentra inserta la especie que se está reproduciendo, pueden ser los factores que definan la cantidad de crías por camada.
Los tipos de reproducción de los mamíferos están relacionados con su historia evolutiva. Al ser los mamíferos una rama evolutiva de los reptiles, los mamíferos primitivos tienen muchas características reptílicas. Incluso existe un grupo denominado como Therapsida que vivieron a principios del Mesozoico. Los terápsidos se consideran la transición entre mamíferos y reptiles, interprétese como reptiles que ya empiezan a presentar algunas características que posteriormente serán en conjunto excesivas de los mamíferos.
Los mamíferos se encuentran en el grupo Theria (bestias), que a su vez se dividen en dos grandes grupos, en función de su tipo de reproducción. El primer grupo es Eutheria (verdaderas bestias), que incluye a los mamíferos placentados o que tienen placenta. Como en los demás casos el proceso de apareamiento lleva a una fecundación interna, pero el desarrollo del producto se lleva a cabo por completo en el interior del útero de la madre.
En el aspecto evolutivo una de las principales adaptaciones que tienen los mamíferos placentados es la denominada placenta, que es una capa que cubre y mantiene alimentado al feto de mamífero. Ayuda a estar conectados directamente con la madre por lo que el intercambio es constante y bidireccional tanto de la madre a la cría como de la cría a la madre. Lo que no sucede ni con las especies que se reproducen por huevo ni en los marsupiales una vez que llegan al marsupio y se alimentan de la leche materna. En los placentados al nacer la cría, ya se encuentra completamente desarrollada y en varias especies incluso a los pocos minutos puede caminar o desplazarse a la par de la madre sin mayores problemas. En otros casos como el del humano (Homo sapiens), el desarrollo es muy básico y tienen que pasar varios meses de intenso cuidado materno para que pueda el individuo poder empezar ser menos dependiente de la madre y años para que sea completamente independiente. En estos organismos la leche les sirve a las crías para continuar con su crecimiento. En este grupo se encuentran los que se consideran los mamíferos más evolucionados.
El segundo grupo es el de los Metatheria (cerca de las bestias), lo que quiere decir que casi son mamíferos, pero no lo son. Esto se debe a el tipo de reproducción entre otros pequeños detalles. Se considera la segunda rama evolutiva de expansión de los mamíferos. Son el primer grupo de mamíferos que ya no se desarrollan dentro de huevos, y al momento de su nacimiento son extremadamente precoces, debido a que su desarrollo al nacer es prácticamente el mínimo para poder mantenerse vivo (de unos pocos días de concebidos). Al ser paridos tienen que desplazarse por sus propios medios desde la vagina hasta una bolsa de piel llamada marsupio. El marsupio es el equivalente al útero de los mamíferos placentados, ya que le proporciona temperatura adecuada y protección. En esta estructura también se encuentran las glándulas mamarias. Prácticamente cada una de las crías se fusiona a un pezón de los que se encuentran en el marsupio, en este caso, el número de pezones equivale al número de crías de la camada. Esto resulta de vital importancia para las crías, ya que cada una necesita un aporte diario de leche, que le ayudará a completar su desarrollo y crecimiento hasta que puedan empezar a desplazarse por sus propios medios y posteriormente abandonar el marsupio.
Los marsupiales son los únicos de qué se tiene registro de que una hembra puede tener a tres crías en etapas completamente diferentes de desarrollo al mismo tiempo. Una cría puede estar en el proceso prácticamente de independencia de la madre con la capacidad de entrar y salir del marsupio, utilizándolo como protección más que alimentación. La segunda cría puede estar en un desarrollo muy precoz conectado a uno de los pezones y estar recibiendo la leche para su desarrollo. La tercera cría puede ser un óvulo que se encuentra ya fecundado en el útero de la madre en periodo de pausa, para que cuando la cría que está ocupando el pezón lo libere pueda éste desarrollarse al grado de poder desplazarse al marsupio y conectarse con el pezón desocupado.
El tercer tipo de reproducción es el más primitivo y es muy similar al de los reptiles. Es por medio de huevos, pero estos huevos son de cáscara blanda. A diferencia de la mayoría de los reptiles, el huevo pasa más tiempo de incubación dentro de la madre, unos 28 días, y en el exterior por 10 días. Como este grupo es el más primitivo no se les considera completamente como mamíferos, es por ello que se les llama Prototheria (primeras bestias), en referencia a primeros mamíferos.
En los tres tipos de reproducción, sea huevo o placentados las estructuras asociadas al embrión son las mismas. El alantoides y el amnios que envuelven al feto, le permiten respirar, preservar los líquidos (bolsa amniótica en los vivíparos) y desechar lo productos no necesarios para su desarrollo o supervivencia.
El lugar en el que se desarrollan las crías de mamíferos depende del grado de crecimiento de las crías al nacer, pero todas son dependientes de la madre quien de alguna manera le brindará protección y alimento para que pueda sobrevivir.
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