Protección y regeneración de manglares tropicales


Los manglares alguna vez fueron vistos como pantanos palúdicos inhóspitos y se encontraban entre los hábitats de desaparición más rápida del mundo


por la Universidad de Bangor


Ahora, con el aporte de la Universidad de Bangor, un proyecto comunitario en Kenia está trabajando para restaurar los manglares en un proyecto que beneficia a las comunidades locales.

El Dr. Martin Skov de la Escuela de Ciencias Oceánicas está involucrado en la asociación en el sur de Kenia. Este trabajo se basa en una asociación a largo plazo entre el Dr. James Kairo del Instituto de Investigación Pesquera y Marina de Kenia (KMFRI), el profesor Mark Huxham de la Universidad Napier de Edimburgo, el Dr. Martin Skov de la Universidad de Bangor y otros colegas.

La asociación estableció los primeros proyectos de comercio de carbono del mundo derivados de la protección de un sistema marino. El proyecto comunitario Mikoko Pamoja (que significa Manglares Juntos en swahili) en el sur de Kenia fue acreditado en 2013 y ha ganado múltiples premios. Desde entonces, se ha creado un segundo proyecto, Vanga Blue Forests, y hay más en marcha.

El equipo creó la organización benéfica ACES para gestionar el comercio de créditos de carbono derivados de la protección de los manglares y promover proyectos de conservación con ecosistemas costeros en África. Para obtener más información, consulte el sitio web de ACES.

Martin explica: «Los manglares se encuentran en todo el mundo en los trópicos, especialmente dentro de los cinco grados del ecuador. Conocidos como ecosistemas de carbono azul, albergan marismas de agua salada, praderas de pastos marinos y bosques marinos. Los manglares son vitales para el cambio climático . Cubren solo 0.1 % de la superficie terrestre, pero capturan y almacenan casi cinco veces más carbono que las selvas tropicales. Cuando los árboles terrestres mueren, liberan carbono a la atmósfera; sin embargo, en los manglares, el carbono queda atrapado en las raíces y el lodo, donde puede permanecer bajo el agua durante miles de años.»

Ahora, gracias a inversiones y proyectos como Mikoko Pamoja, las organizaciones están pagando por la siembra y conservación de manglares, para compensar su carbono. Esto no solo ayuda a los manglares; ayuda a las comunidades locales a prosperar y es un ejemplo del trabajo que cambia el mundo realizado en la Universidad de Bangor.