A medida que aumentan los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre, los científicos están considerando formas de limitar temporalmente el aumento de las temperaturas.
por Sarah Derouin, Unión Geofísica Americana
Una idea es inyectar aerosoles en la estratosfera para reflejar la luz solar entrante, reduciendo así el calentamiento global y los riesgos asociados.
La mayoría de las investigaciones anteriores se han centrado en el uso de dióxido de azufre gaseoso , que también se libera en las erupciones volcánicas. Sin embargo, la inyección de dióxido de azufre en la estratosfera está asociada con efectos secundarios que incluyen el agotamiento del ozono y el calentamiento estratosférico local.
Estudios recientes han demostrado que el uso de materiales sólidos como alúmina, calcita o incluso partículas de diamante podría enfriar el clima de manera más efectiva y al mismo tiempo reducir estos efectos secundarios. Sin embargo, existe una comprensión limitada de cómo la inyección de material sólido afecta la capa de ozono estratosférico. Los conocimientos actuales se basan en escasos datos experimentales de décadas de antigüedad sobre partículas de alúmina emitidas a la estratosfera a través del escape de cohetes espaciales de combustible sólido.
En una nueva investigación publicada en Geophysical Research Letters , Sando Vattini y sus colegas muestran que las condiciones estratosféricas resultantes de las columnas de escape del transbordador espacial no son comparables a los escenarios de inyección de alúmina para la intervención climática. Descubrieron que, aunque la inyección de alúmina puede tener una ventaja sobre el dióxido de azufre en términos de reducción del calentamiento estratosférico local, existen «incertidumbres significativas» al estimar el impacto de tales inyecciones en la capa de ozono.
Los escenarios que probaron inyectarían alrededor de 5 megatones de partículas de alúmina en la estratosfera por año, lo que compensaría aproximadamente una cuarta parte del forzamiento radiativo actual causado por las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero. Los investigadores estiman que la pérdida media global de ozono en estos escenarios podría oscilar entre insignificante y hasta un 9%, que es aproximadamente el doble del pico histórico de pérdida de ozono por clorofluorocarbonos en la década de 1990.
Los autores señalan que se necesita más investigación sobre las posibles reacciones superficiales de las partículas sólidas en la atmósfera. En particular, esto significa aprender más sobre las reacciones superficiales en condiciones estratosféricas presentes y futuras con respecto a la temperatura, las concentraciones de gases traza y la humedad relativa. Mejorar esta comprensión podría ayudar a reducir la incertidumbre sobre cómo podrían comportarse las partículas sólidas cuando se inyectan en la estratosfera para una intervención climática.
Más información: Sando Vattioni et al, Impacto químico de la inyección de partículas de alúmina estratosférica para la modificación de la radiación solar e incertidumbres relacionadas, Cartas de investigación geofísica (2023). DOI: 10.1029/2023GL105889