Los rastros de organismos detectados en sedimentos a 7,5 kilómetros por debajo de la superficie del océano revelan cómo los organismos que viven en las profundidades marinas están diseñando sus propios entornos. Los análisis de núcleos de sedimentos de la fosa de Japón en el océano Pacífico, presentados en Nature Communications , revelan evidencia de la actividad de excavación y alimentación de estos habitantes de las profundidades marinas.

La zona hadal es la parte más profunda del océano, situada a más de 6 km de profundidad, y está formada por fosas estrechas y largas aisladas. Se sabe poco sobre los ecosistemas de estos entornos y aún menos sobre la bioturbación (la reelaboración de los sedimentos del fondo marino por los organismos que habitan en ellos), que es un proceso clave que afecta al ciclo de nutrientes y al funcionamiento del ecosistema. Además, los rastros que dejan los organismos bioturbadores, como las madrigueras, pueden servir como registro del comportamiento de los organismos dentro del ecosistema.
Jussi Hovikoski y sus colegas analizaron 20 núcleos de sedimentos de 7,5 km de profundidad en la Fosa de Japón de sedimentos del Holoceno. Se utilizó un escáner de rayos X para examinar la estructura del sedimento y se combinó con datos geoquímicos y de tamaño de grano del propio sedimento. A partir de estos núcleos, los autores pudieron demostrar que el sedimento se deposita mediante flujos gravitacionales, eventos en los que el sedimento y otros materiales se depositan en el fondo marino desde los márgenes de la fosa que se encuentran por encima.
Los autores demuestran cómo estos sedimentos depositados son colonizados y bioturbados inicialmente por organismos que explotan el nuevo sedimento del fondo, rico en nutrientes y oxigenado. Los primeros colonizadores podrían incluir holoturias (comúnmente conocidas como pepinos de mar). Los autores sugieren que, a medida que la materia orgánica se descompone, el sedimento del fondo se queda sin oxígeno. Esta fase final de la colonización se caracteriza por la presencia de especies de invertebrados que utilizan las comunidades microbianas.
Documentar y describir estos rastros en sedimentos de aguas profundas es importante para arrojar luz sobre un ecosistema poco comprendido, concluyen los autores.
Más información: Jussi Hovikoski et al, Bioturbación en la zona hadal, Nature Communications (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-56627-x
