Las ciudades son motores vitales del crecimiento económico, la innovación y el progreso social. Ellas configuran el futuro de las naciones y la vida de millones de personas.
Por Moina Spooner
En África, la urbanización se está acelerando a un ritmo sin precedentes. Las ciudades se están expandiendo rápidamente para dar cabida a una población en auge y a una creciente demanda de empleos, viviendas e infraestructuras. Esto puede hacer que la vida en muchas ciudades africanas sea muy difícil debido a las altas tasas de desempleo, las infraestructuras limitadas y problemas como la escasez de viviendas y los servicios públicos inadecuados.
La buena noticia es que la mayor parte de la urbanización de África aún está por realizarse, por lo que aún hay tiempo para hacer las cosas bien. Existe la oportunidad de aprender de los éxitos y los desafíos que enfrentan las ciudades de otras partes del mundo.
A lo largo de los años, hemos publicado varios artículos que ofrecen lecciones para las ciudades de África. Con este conocimiento, los centros urbanos africanos pueden construir espacios más sostenibles, inclusivos y resilientes que realmente satisfagan las necesidades de sus comunidades.
La economista urbana Astrid RN Haas escribe que África está atravesando la transición urbana más rápida que el mundo haya experimentado hasta la fecha. Se estima que para el año 2050 casi mil millones de personas más vivirán en las ciudades africanas. Antes, China ocupaba el primer puesto: entre 1978 y 2010, más de 700 millones de personas se mudaron a las ciudades de China.
Hay algunas lecciones que los países africanos pueden aprender de China.
A medida que avanza la urbanización, explica Haas, aumentará la demanda de suelo y, por lo tanto, también lo harán los precios. Pero los beneficiarios del aumento de los precios del suelo serán los propietarios, a menos que existan mecanismos para recuperar el valor. Los gobiernos municipales deben tratar de captar este valor, aumentar los ingresos y reinvertir en bienes y servicios públicos.
Hong Kong es un excelente ejemplo de gestión eficaz del valor del suelo. Los ingresos procedentes de la tierra han financiado un transporte público de alta calidad, así como infraestructuras sociales como escuelas y hospitales.
Hong Kong utiliza múltiples instrumentos para lograrlo. En este artículo, Haas analiza uno de ellos: el sistema de arrendamiento de tierras.
Históricamente, las ciudades han sido motores de la productividad y del crecimiento económico. Sin embargo, Astrid RN Haas sostiene que un factor que impide que se libere ese potencial en las ciudades africanas es la forma en que se gobiernan las ciudades: importa quién toma las decisiones y cómo lo hace.
En este artículo, Haas destaca lo que se necesita para gestionar una ciudad de manera eficaz.
En primer lugar, las ciudades deben contar con instituciones con mandatos claramente definidos. Esto se puede lograr mediante la creación de un organismo único responsable de un servicio o una decisión política. En Lagos (Nigeria), por ejemplo, se creó un organismo que coordina el trabajo de todas las entidades relacionadas con el transporte.
En segundo lugar, los gobiernos municipales necesitan la capacidad de implementar decisiones. Por ejemplo, en 2013, el vicealcalde de Bagdad creó un comité directivo para mejorar el sistema de alcantarillado de la ciudad. El comité reunió a varios funcionarios de alto rango de la ciudad y ayudó a mejorar la puntualidad y la agilización general de la toma de decisiones. Esto contribuyó a mejoras significativas en la red de alcantarillado de la ciudad.
En tercer lugar, la toma y la aplicación de decisiones exigen una legitimidad suficiente, que puede lograrse, por ejemplo, mediante elecciones, la mejora de la comunicación pública o la elaboración de presupuestos participativos, un mecanismo que crea un canal establecido para identificar proyectos prioritarios para la población.
En este artículo, la experta en urbanización Patricia Jones destaca la necesidad de una gobernanza eficaz. Ella sostiene que, si se lleva a cabo correctamente, la urbanización tiene el potencial de aumentar la productividad y los niveles de vida en toda África.
Jones escribe que las ciudades exitosas cumplen dos funciones: proporcionan entornos habitables para los trabajadores y sus familias y proporcionan entornos productivos para las empresas.
Para lograr esto es necesario poner énfasis en la coordinación y la planificación.
Uno de los desafíos que enfrentan las ciudades de África y que es necesario destacar es la urbanización insostenible, que crea una situación en la que el desarrollo de infraestructuras y la prestación de servicios no siguen el ritmo del crecimiento de la ciudad, lo que genera un entorno inseguro e insalubre. Una forma de abordar este problema es mediante la planificación familiar .
El demógrafo Sunday Adedini analizó cómo se vincularon las políticas de planificación familiar y los programas de desarrollo urbano en Nigeria entre 2000 y 2020. Su estudio concluyó que los actores de la planificación familiar y el desarrollo urbano trabajaban en su mayoría de manera aislada. Esto era resultado de barreras sistémicas como la falta de un marco de políticas y de apoyo para que los sectores trabajaran juntos.
Esto sugiere que es necesario integrar la planificación familiar y la salud de manera más efectiva en la planificación urbana y territorial, lo que contribuirá a prevenir la urbanización insostenible y la pobreza urbana.
Este artículo se publica nuevamente en The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original .