La contaminación acústica derivada de la minería en aguas profundas supone un riesgo invisible para la vida marina, advierten los investigadores, instando a una mayor transparencia de la industria para ayudar a mitigar los daños.
por Carmina de la Luz, SciDev.Net
El ruido en las profundidades del océano puede tener consecuencias ecológicas, alterando la biodiversidad y el comportamiento y la fisiología de muchas especies, según demuestran las investigaciones.
Esto podría afectar la cadena alimentaria y el ecosistema del que dependen las comunidades costeras latinoamericanas, según expertos marinos.
Un análisis de más de 2.800 investigaciones realizadas en la zona Clarion-Clipperton (CCZ), una vasta llanura submarina del doble del tamaño de la India ubicada en el Océano Pacífico entre Hawai y México, reveló que la mayoría de los tipos de animales que la habitan son sensibles al sonido.
Gran parte de la vida marina , incluidos los invertebrados, los peces y los mamíferos, dependen del sonido para comunicarse, navegar y evitar depredadores.
Sin embargo, los efectos de la contaminación acústica solo se han estudiado en el 35 % de las especies, según el artículo que se publicará en la edición de septiembre del Boletín de Contaminación Marina . Los investigadores afirman que se necesita más intercambio de datos para comprender los verdaderos impactos.
Travis Washburn, profesor adjunto de la Universidad Texas A&M (EE. UU.) y uno de los autores del artículo, comentó a SciDev.Net: «Sabíamos que no habría datos sobre las profundidades marinas, pero me sorprendió lo poco que había incluso sobre las aguas poco profundas».
«Es simplemente un gran interrogante la mayor parte del tiempo», dijo.
Esto ocurre mientras 37 países lanzaron la primera coalición política global para reducir la contaminación acústica dañina submarina en la Conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas en Niza, en el sur de Francia, esta semana.
La Coalición de Alta Ambición para un Océano Tranquilo se compromete a apoyar políticas que promuevan el diseño de buques más silenciosos, establecer áreas marinas protegidas y apoyar el desarrollo de capacidades para evaluar y reducir el ruido oceánico.
Al hablar en la conferencia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió que la minería en aguas profundas no regulada podría convertir el océano en un «salvaje Oeste» sin ley.
Riquezas minerales
La CCZ, salpicada de brillantes rocas negras, es la región de exploración minera más grande del mundo, repleta de depósitos ricos en minerales como cobalto, níquel, manganeso y tierras raras.
Para la industria, la explotación de estos yacimientos es clave para la transición energética. Para los gobiernos, es el epicentro de una disputa global.
Mientras tanto, para muchos en la comunidad científica es un tema que, considerando la creciente evidencia, exige un enfoque precautorio.
Según el estudio, hasta un tercio de las especies de peces de la ZCC podrían ser soníferas, es decir, que producen o transmiten sonido. La contaminación acústica puede provocar cambios en la fisiología y el comportamiento de estas especies.
«Lo utilizan para todo: comunicarse, encontrar pareja, evitar depredadores, encontrar comida», explicó la coautora del estudio Lucille Chapuis, experta en bioacústica marina de la Universidad La Trobe en Melbourne, Australia.
«Si añadimos ruido al sistema, estas funciones simplemente quedan enmascaradas o interrumpidas».
Aproximadamente tres cuartas partes de las publicaciones revisadas en el estudio se centraron en especies de mamíferos y peces, lo que pone de relieve una importante brecha de conocimiento.
«Los invertebrados están enormemente subrepresentados y el problema es que gran parte de la biodiversidad de la CCZ son en realidad invertebrados», dijo Chapuis.
«Sabemos muy poco sobre cómo responden estos animales al sonido, o si pueden percibirlo».
La falta de transparencia por parte de las empresas mineras también significa que faltan datos sobre el ruido.
«Literalmente no hay datos publicados sobre cuáles serán los niveles de ruido en las actividades mineras reales; todo es confidencial», agregó Washburn.
«Por lo tanto, utilizamos muchos indicadores costeros para obtener una estimación aproximada».
Cadenas alimentarias
Para Daniel Cáceres, especialista peruano en gobernanza de los océanos que no participó en la investigación, el estudio demuestra que el impacto de la minería en la ZCC no es lejano ni abstracto.
“Las ondas sonoras podrían afectar especies migratorias, cadenas alimentarias regionales y ecosistemas que tienen conexiones ecológicas con las costas de América Latina”, dijo.
Cáceres dijo a SciDev.Net en un correo electrónico que el estudio destacó las dimensiones biológicas y evolutivas del sonido, algo que las evaluaciones anteriores no han considerado en profundidad.
El biólogo marino y representante regional de la Alianza por un Océano Sostenible afirma que la investigación “ayuda a explicar claramente por qué la minería en aguas profundas es incompatible con los compromisos de conservación… y enfatiza, por enésima vez, la necesidad de la moratoria que viene liderando América Latina”.
Dado el aumento de la minería en aguas profundas, la investigación llega en un momento crítico.
Hasta la fecha, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos ha otorgado 31 licencias de exploración (17 de ellas en la ZCC) y está bajo presión para aprobar un código que permitiría la explotación comercial.
Moratoria
En abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para que el país —que no es miembro, sino observador de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos— avance en la explotación de minerales en aguas internacionales.
Sin embargo, más de 30 países, incluidos varios de América Latina, se oponen a esta actividad extractiva y piden una moratoria, según la Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas .
Los opositores argumentan que no se debe permitir una actividad industrial de alto impacto sin evidencia científica sólida que garantice que no habrá daños irreversibles.
Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, comentó a SciDev.Net: «El reto ahora es lograr que la humanidad se ponga de acuerdo para proteger un patrimonio que es de todos.
“Se trata de ecosistemas que ni siquiera conocemos y en los que estaríamos destruyendo formas de vida que aún no hemos descubierto”.
Más información: Rob Williams et al., El ruido de la minería de aguas profundas en la zona Clarion-Clipperton, Océano Pacífico, afectará a una amplia gama de taxones marinos, Boletín de Contaminación Marina (2025). DOI: 10.1016/j.marpolbul.2025.118135
