Los entusiastas de la paleontología han desenterrado uno de los yacimientos de fósiles más ricos y diversos del mundo del período Ordovícico Inferior (hace unos 470 millones de años).
Situado en la Montaña Negra, en el departamento francés de Hérault, este depósito de más de 400 fósiles se distingue por una fauna excepcionalmente bien conservada.
Además de los componentes de la concha, contiene elementos blandos extremadamente raros, como el sistema digestivo y las cutículas, en un estado de conservación notable. Además, esta biota alguna vez estuvo ubicada muy cerca del Polo Sur, lo que revela la composición de los ecosistemas más meridionales del Ordovícico.
En la Facultad de Geociencias y Medio Ambiente de la Universidad de Lausana (UNIL), los científicos han colaborado con el CNRS y equipos internacionales para realizar los primeros análisis de este depósito, conocido como Biota de Cabrières. Los resultados se publican en Nature Ecology & Evolution .
Refugios climáticos del Ordovícico
Los análisis de la nueva biota revelan la presencia de artrópodos (grupo que incluye milpiés y camarones) y cnidarios (grupo que incluye medusas y corales), así como una gran cantidad de algas y esponjas. La elevada biodiversidad del lugar sugiere que esta zona sirvió de refugio a especies que habían escapado de las altas temperaturas que prevalecían más al norte en aquella época.
«En aquella época de intenso calentamiento global, los animales vivían en refugios en altas latitudes, escapando de temperaturas ecuatoriales extremas», afirma Farid Saleh, investigador de la Universidad de Lausana y primer autor del estudio.
«El pasado lejano nos permite vislumbrar nuestro posible futuro próximo», añade Jonathan Antcliffe, investigador de la Universidad de Lausana y coautor del estudio.
- Eric Monceret es una de las personas que descubrió la biota. Crédito: Sylvie y Eric Monceret
- Sylvie Monceret es una de las personas que descubrió la biota. Crédito: Eric y Sylvie Monceret
Por su parte, Eric Monceret y Sylvie Monceret-Goujon, los aficionados que descubrieron el lugar, se muestran entusiasmados. «Desde los veinte años exploramos y buscamos fósiles«, afirma Eric Monceret.
«Cuando nos topamos con esta sorprendente biota, comprendimos la importancia del descubrimiento y pasamos del asombro a la emoción», añade Sylvie Monceret-Goujon.
Esta primera publicación marca el inicio de un largo programa de investigación que incluye excavaciones a gran escala y análisis de fósiles en profundidad. Utilizando métodos y técnicas innovadoras, se pretende revelar la anatomía interna y externa de los organismos, así como deducir sus relaciones filogenéticas y modos de vida.
Más información: Farid Saleh et al, The Cabrières Biota (Francia) proporciona información sobre los ecosistemas polares del Ordovícico, Nature Ecology & Evolution (2024). DOI: 10.1038/s41559-024-02331-w