El 38 % de la Amazonia sufre degradación provocada por la actividad humana


Estudio publicado en ‘Science’


UNAL/DICYT En una proyección para 2050, factores de degradación de la selva amazónica, como incendios y tala ilegal, seguirán figurando entre las principales fuentes de emisiones de carbono si no se toman medidas urgentes. Así lo evidencia un estudio, cuyos resultados publica hoy en la revista Science, firmado por 35 autores de instituciones nacionales e internacionales, entre ellas, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

El trabajo es fruto del proyecto Análisis, Integración y Modelización del Sistema Tierra (Aimes), vinculado a la iniciativa internacional Future Earth, que reúne a científicos e investigadores que estudian la sostenibilidad.

En el artículo se señala que por lo menos 2.5 millones de kilómetros cuadrados del bosque amazónico están siendo degradados en toda la cuenca debido a los incendios forestales, los efectos de borde (los cambios que se producen en zonas forestales próximas a otras deforestadas), las talas selectivas (como las ilegales) y las sequías extremas -causas que, además, interactúan entre ellas-, y su impacto en las dimensiones, ecológicas, ambientales, sociales y económicas. Esto representa el 38 % de los bosques remanentes en la región.

Dicha situación genera tantas o más emisiones de carbono como la deforestación. Con respecto a este tema, la bióloga Dolors Armenteras Pascual, directora del grupo de investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (Ecolmod), de la Facultad de Ciencias de la UNAL, anota que cuantificar la degradación es una tarea muy compleja porque aparentemente ese ecosistema sigue siendo un bosque.

Expresa que, “el trabajo mide por primera vez las emisiones de carbono por degradación, que totalizan 0.2 gigatoneladas de carbono (GtC) por año, una cifra que tiene implicaciones muy grandes en términos de biodiversidad y funcionamiento de la cuenca”.

En el caso de una región tan grande como la cuenca amazónica cuantificar y mapear estas perturbaciones es algo muy difícil. “Dicho estudio avanza en ello y lo pone de nuevo en la mira internacional”, afirma la investigadora, quien formó parte del grupo de científicos que lo desarrollaron.

Sobre los aspectos que influyen en la degradación en la Amazonia colombiana, manifiesta: “los causantes degradación coinciden con los motores que se mencionan en el estudio: extracción de madera, incendios que penetran en el bosque causando unos impactos tremendos y efectos de borde cuando se fragmenta el bosque, factores que suelen estar asociados a su conversión en pasturas”.

La experta destaca que, “los efectos de estas perturbaciones exacerban la vulnerabilidad de las comunidades locales, que ven disminuida la disponibilidad de especies comestibles (por ejemplo, los peces), afectando su seguridad alimenticia, o especies de uso tradicional de donde extraen aceites y otros productos medicinales; además, se facilita la transmisión de enfermedades transmitidas por vectores, ya que, al deteriorarse la calidad del bosque, se dispersan con mayor facilidad”.

Bosques inteligentes


El trabajo es el resultado de una revisión analítica de datos científicos previamente publicados, basados en imágenes de satélite combinados con datos sobre los cambios en la región amazónica entre 2001 y 2018.

Para esto se consideraron cuatro motores principales de la degradación: los incendios forestales, los efectos de borde (los cambios que se producen en zonas forestales próximas a otras deforestadas), las talas selectivas (como las ilegales) y las sequías extremas.

Las distintas zonas forestales pueden verse afectadas por uno o varios de estos factores, que tienen orígenes diferentes. «A pesar de la incertidumbre sobre el efecto total de estas perturbaciones, está claro que el efecto total puede ser tan importante como el efecto de la deforestación tanto para las emisiones de carbono como para la pérdida de biodiversidad», afirma Jos Barlow, investigador de la Universidad de Lancaster (Inglaterra) y coautor del estudio.

En una proyección realizada a 2050, los cuatro factores de degradación seguirán siendo las principales fuentes de emisión de carbono a la atmósfera, independientemente del aumento o cese de la deforestación.

Los autores proponen la creación de un sistema de vigilancia de la degradación, así como la prevención y el freno de la tala ilegal y el control del uso del fuego. En su opinión, podría aplicarse el concepto de «bosques inteligentes» que, al igual que la idea de «ciudades inteligentes», utilizarían distintos tipos de tecnologías y sensores para recoger datos útiles con el fin de mejorar la calidad del medio ambiente.

Valioso aporte desde Colombia


En relación con la contribución de la UNAL al estudio, la investigadora Armenteras Pascual destaca que, “nos invitaron porque somos referencia internacional en incendios y deforestación amazónica, además de contar con una experiencia de más de dos décadas con publicaciones científicas, en muchos casos con estudios realizados desde y con las condiciones que tenemos en Colombia donde los recursos para investigación son mínimos y a veces invertidos en el lugar equivocado”.

En Ecolmod, se han publicado estudios arbitrados en revistas científicas sobre principalmente dos de los cuatro motores que aparecen en el artículo de Science, identificados como causantes de degradación: incendios forestales y efecto de borde.

“Articularnos con este grupo de investigadores fue clave para aportar el conocimiento que hemos construido desde Colombia sobre la degradación de nuestros bosques, y aunque siempre hay algunas diferencias locales, la tendencia para toda la región es la misma”, concluye la profesora Armenteras Pascual.