La ‘basuraleza’ marina es una de las principales amenazas para la conservación de los océanos


Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plásticos terminan en las aguas marinas, lo que resulta en la presencia de millones de partículas de macroplásticos y microplásticos flotando en nuestros mares. Son datos que recoge un nuevo informe de SEO/BirdLife, presentado este jueves durante el Día Mundial de los Océanos.


La Ciutat de les Arts i les Ciències y el Oceanogràfic de Valencia se han unido al Proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, en una acción especial con motivo del Día Mundial de los Océanos. Concretamente, se ha presentado uno de los acuarios del Oceanogràfic con basura marina y se ha inaugurado en el Museu de les Ciències de Valencia la exposición Stop Basuraleza. Esta iniciativa tiene como objetivo concienciar sobre la problemática de la ‘basuraleza’ y fomentar la participación ciudadana en su prevención y solución.

Desde el origen del Proyecto en 2017, LIBERA ha centrado gran parte de sus esfuerzos en ayudar a generar conocimiento más preciso sobre esta problemática. Gracias al trabajo de miles de personas voluntarias se han caracterizado 1.214 transectos en las costas españolas y registrado 282.571 objetos mediante herramientas de ciencia ciudadana.

Diversas piezas de plástico, colillas, bolsas y botellas de bebida son los residuos encontrados con mayor frecuencia en nuestras playas

Piezas de plástico de menos de 2,5 cm, colillas, piezas plásticas mayores a 2,5 centímetros, bolsas y botellas de bebida son los cinco tipos de residuos encontrados con mayor frecuencia en nuestras playas.

Los microplásticos (fragmentos de plásticos entre 1 μm o micra y 5mm) son de los principales residuos encontrados en las playas. También ocurre a nivel nacional: el Mediterráneo es considerada la sexta zona más contaminada del planeta.

Paralelamente a la generación de conocimiento, el Proyecto LIBERA ha publicado diferentes informes con el objetivo de trasladar a la ciudadanía los avances en investigación tanto nacional como internacional sobre el problema de la basuraleza.

En esta ocasión publica un nuevo documento centrado en la ‘basuraleza’ marina. Con el título Impacto de la basuraleza en los mares y océanos aporta datos actualizados que evidencian la magnitud de este problema. Gracias a la labor de muchos centros de investigación hoy sabemos que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos anualmente, lo que resulta en la presencia de más de 100 millones de partículas de macroplásticos y 51 billones de partículas de microplásticos flotando en la superficie de los océanos.

Los microplásticos (fragmentos de plásticos entre 1 μm y 5mm) son de los principales residuos encontrados en las playas

Este es un problema global que también afecta a los mares y océanos del mundo. Como señala el informe, “el mar Mediterráneo acumula solo el 1% del agua del mundo y el 7% de los microplásticos globales”. Otro estudio del 2020 llegó a la conclusión que toda esta basuraleza “afecta directamente a 914 especies (aves marinas, mamíferos, tortugas, peces e invertebrados) por enredos y/o ingestión”. También podemos saber cómo llegan estos residuos a nuestros mares y océanos.

Visibilizar el problema de la basuraleza marina

Con la acción desarrollada en el Oceanogràfic se pretende visibilizar el problema de la basuraleza marina, pero también transmitir un mensaje de esperanza, recordando a los visitantes que ellos pueden ser parte de la solución.

“Nuestro mayor motor para acabar con la basuraleza es conseguir que la sociedad sea consciente del impacto que tiene en el medio natural. A partir de esa concienciación es posible avanzar en las soluciones, que pasan por la responsabilidad de cada uno de repensar el modelo de producción y consumo que tenemos y que debemos cambiar” explica Federico García, responsable del Área Social de SEO/BirdLife.

“El mejor residuo es el que no se produce. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de residuos que generamos y que debemos reducir; y después exigir una economía circular que permita que se conviertan en fuente de recursos”, añade.

El mejor residuo es el que no se produce. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de residuos que generamos y que debemos reducir; y exigir una economía circular

Federico García, SEO/BirdLife

Además, este jueves se ha inaugurado la exposición Stop Basuraleza, que estará abierta al público hasta el 17 de septiembre, y cuyo objetivo es mostrar el impacto devastador de la basuraleza en los espacios naturales y generar conciencia sobre la importancia de la prevención contra ello desde el individuo hasta las empresas, administración pública, educación o las organizaciones locales, gracias a las cuales LIBERA consigue tomar medidas para prevenir y reducir este problema.

A través de esta exposición en el Museu de les Ciències de Valencia y la acción en el Oceanogràfic, el Proyecto LIBERA y sus colaboradores buscan movilizar a la sociedad para que se sumen a la lucha contra este fenómeno y promuevan un cambio positivo en la concienciación del público y en la gestión de los residuos, tanto en el ámbito individual como colectivo.

Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing en Ecoembes, señala: “La basuraleza representa una amenaza significativa para nuestros océanos y su biodiversidad. Es fundamental que tomemos conciencia de la importancia de mantener nuestros mares limpios y promover prácticas sostenibles en nuestra vida cotidiana”.

Referencias:

Suaria G. et al. The Mediterranean Plastic Soup: synthetic polymers in Mediterranean surface waters. Scientific Reports (2016)

Susanne Kühn, Jan Andries van Franeker. Quantitative overview of marine debris ingested by marine megafauna. Marine Pollution Bulletin (2020)

Fuente: SEO/BirdLife – Derechos: Creative Commons.