Durante la última década, fenómenos extremos como el calor, la sequía, las tormentas y las plagas han afectado gravemente a los bosques suizos. Para que los bosques sigan cumpliendo sus funciones para las personas y el medio ambiente en el futuro, deben ser más resilientes al cambio climático. Esta es la conclusión del Informe Forestal 2025, publicado por la Oficina Federal de Medio Ambiente (FOEN) y el Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de Nieve y del Paisaje (WSL).
por el Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de Nieve y del Paisaje (WSL)
Los bosques suizos cumplen una amplia gama de funciones que benefician tanto a las personas como al medio ambiente. Protegen a las personas, los bienes y las infraestructuras de peligros naturales como deslizamientos de tierra, avalanchas y desprendimientos de rocas, previniéndolos o ralentizándolos. Purifican el agua y actualmente almacenan más CO₂ de la atmósfera del que liberan. La madera puede utilizarse para sustituir materiales de construcción de alto consumo energético, como el hormigón armado. Además, la industria forestal y maderera emplea a una importante fuerza laboral.
Para obtener una visión completa de los bosques suizos, estos se monitorean a largo plazo. El 18 de marzo de 2025, la Oficina Federal de Medio Ambiente (FOEN) y el Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de Nieve y del Paisaje (WSL) publicaron el Informe Forestal 2025, resultado de diez años de monitoreo. El informe proporciona información sobre el estado y la evolución de los bosques y destaca los desafíos.
La salud de los bosques se ha visto debilitada en muchos lugares
En los últimos diez años, se han registrado fenómenos meteorológicos más extremos, lo cual es uno de los efectos del cambio climático. El aumento de la frecuencia de sequías, tormentas e incendios forestales , junto con la presencia de organismos nocivos y los altos aportes de nitrógeno, está afectando a los bosques, por lo que su estado general se considera ahora debilitado. En algunas regiones, como el Jura, incluso se clasifica como «crítico».
Esto también tiene consecuencias para la gestión forestal y, por ende, para toda la cadena de valor de la industria maderera. Los bosques debilitados pierden su resiliencia y son más susceptibles a enfermedades y plagas como los gorgojo de la corteza. Como resultado, ha aumentado el número de casos de aprovechamiento forzoso, en los que los árboles dañados o caídos deben talarse antes de lo previsto, por ejemplo, para generar energía mediante incineración en lugar de utilizarlos para la fabricación de productos de madera.
La biodiversidad forestal tiene una tendencia positiva
Los bosques son un hábitat importante para animales y plantas. Alrededor del 40% de las especies registradas en Suiza viven dentro o fuera del bosque. La biodiversidad forestal ha mostrado una tendencia ligeramente positiva, con un aumento, sobre todo, en el número de aves, caracoles y musgos. Las tormentas y la sequía han generado más madera muerta, vital para muchas especies. Además, los propietarios forestales están dejando más madera muerta en el bosque. Las áreas protegidas se han ampliado del 5% al 7% de la superficie forestal en los últimos diez años.
A pesar de este avance positivo, el 13 % de las plantas forestales y casi la mitad de las especies de escarabajos que habitan en la madera están en peligro de extinción. Por lo tanto, es importante promover la diversidad biológica. Para ello, es necesario utilizar los bosques de forma casi natural, proteger los hábitats en peligro y mejorar la conectividad de las zonas forestales.
La adaptación es el mayor desafío
Para mantener el bosque como un ecosistema sano y resiliente, así como un proveedor de madera a largo plazo, se necesitan especies arbóreas resistentes al cambio climático y a los organismos nocivos. Además, la gestión forestal debe promover la diversidad de las estructuras forestales, por ejemplo, seleccionando especies arbóreas sostenibles y adaptadas al clima o mediante la regeneración forestal. Para reducir el ramoneo de la fauna (como el consumo de plantas jóvenes o partes de ellas por parte de los ciervos), es necesario regular las poblaciones de animales de caza.
El Informe Forestal proporciona una base científica sólida para el desarrollo de la Estrategia Integral de Bosques y Madera 2050, sobre la que se pronunciará el Consejo Federal en 2025.
Más información: Informe Forestal 2025
