El cambio climático acelera el deshielo extremo en Groenlandia, con impactos globales


Un estudio de la Universidad de Barcelona revela que la fusión del hielo en Groenlandia ha aumentado drásticamente en las últimas décadas, ha contribuido al incremento del nivel del mar y ha afectado a los patrones climáticos a escala mundial.

Durante el período entre 1980 y 2010 se perdió el equivalente al hielo de aproximadamente 48 millones de piscinas olímpicas por año.



Barcelona, 13 de septiembre de 2024. El cambio climático está acelerando el deshielo del hielo en Groenlandia de forma alarmante, con graves implicaciones no solo para el Ártico, sino también para el clima global, incluyendo Europa. Según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Barcelona, ​​los episodios de fusión extrema, —los períodos en los que grandes áreas de nieve y de hielo se funden rápidamente— han sido aproximadamente el doble de frecuentes durante los veranos de las últimas décadas en comparación con el período 1950-1990. El trabajo, publicado en la revista Journal of Climate de la American Meteorological Society, muestra que en la última década se han alcanzado los máximos de años de fusión extrema en Groenlandia. Por ejemplo, durante el verano de 2012 se fundieron 610 gigatoneladas de hielo (el equivalente a 244 millones de piscinas olímpicas), y en 2019 se fundieron 560 gigatoneladas (224 millones de piscinas olímpicas).

La investigación del grupo de investigación Antarctica, Arctic and Alpine (ANTALP) del Departamento de Geografía de la UB la han liderado los profesores e investigadores de la Facultad de Geografía e Historia Josep Bonsoms y Marc Oliva, el investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) Juan Ignacio López-Moreno, y Xavier Fettweis, de la Universidad de Lieja (Bélgica).

Desarrollo del deshielo en Groenlandia

El trabajo ha analizado los episodios de fusión extrema en Groenlandia entre los años 1950 y 2022. Los resultados muestran las cifras de la pérdida de agua de deshielo que, en promedio, ha alcanzado unas 300 gigatoneladas por año — el equivalente a un volumen de unos 48 millones de piscinas olímpicas por año—entre los años 1980 y 2010. Además, aproximadamente el 40 % de los episodios de fusión han sido extremos en las últimas décadas. Esta cifra aumenta hasta el 50 % en las zonas más frías del norte y noroeste de la isla. «Esta pérdida de fusión glacial superficial debe sumarse a la de otros procesos dinámicos, como el desprendimiento de icebergs directamente en el mar y el flujo de glaciares hacia el océano, ambos acelerados por el aumento de la fusión», añaden los investigadores de la UB.

Aumenta el riesgo de desprendimientos de grandes bloques de hielo

Los fenómenos de fusión de hielo se han vinculado directamente con el calentamiento global, ya que, según estudios recientes, el Ártico se está calentando a un ritmo cuatro veces superior al medio mundial debido al aumento de gases de efecto invernadero. Los autores del estudio explican que «el aumento de la fusión está estrechamente relacionado con episodios de calor extremo causados ​​por masas de aire anticiclónicas más frecuentes, cálidas y húmedas procedentes de latitudes más septentrionales». «Estos patrones atmosféricos mantienen el aire estancado sobre Groenlandia durante el verano, aumentan la radiación solar y reducen el albedo (reflectancia de la luz solar) de la nieve y el hielo, lo que acelera aún más el calentamiento y la fusión», añaden.

Durante el período entre 1980 y 2010 se perdió el equivalente al hielo de aproximadamente 48 millones de piscinas olímpicas por año. Foto: Josep Bonsoms.

Según los investigadores de la UB, el deshielo está ocurriendo en áreas más elevadas del casquete de hielo, donde anteriormente no se observaba fusión de hielo entre 1950 y 1990. Esta situación ha creado grietas y otros cambios estructurales en la capa de hielo, y aumenta el riesgo de desprendimientos de grandes bloques de hielo hacia el océano. «Los informes climáticos internacionales anticipan un aumento significativo de las temperaturas en las regiones polares, lo que aceleraría la tendencia que hemos observado en este estudio», añaden los investigadores.

Proyecciones futuras e impactos en Europa

El deshielo de Groenlandia tiene consecuencias globales, ya que se trata de uno de los grandes contribuidores al aumento del nivel del mar y afecta también a los patrones de circulación atmosférica. Según los investigadores, estas alteraciones también pueden influir en el clima de Europa. «Estos cambios en los patrones de temperatura y de precipitación podrían impactar en las actividades socioeconómicas, los ecosistemas y pueden contribuir a aumentar los extremos climáticos en regiones cercanas del Atlántico Norte», destacan los expertos.
Además, los investigadores también advierten que los escenarios climáticos proyectados indican un aumento de estos episodios: «Esto destaca la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los impactos del cambio climático en las próximas décadas», concluyen.

Referencia del artículo:

Bonsoms, Josep; Oliva, Marc; López-Moreno, Juan I.; Fettweis, Xavier. «Rising Extreme Meltwater Trends in Greenland Ice Sheet (1950–2022): Surface Energy Balance and Large-Scale Circulation Changes», Journal of Climate, septiembre de 2024. DOI: 10.1175/JCLI-D-23-0396.1

Imagen del oeste de Groenlandia realizada durante el verano de 2023, en el marco de la campaña de campo del proyecto NEOGREEN. Foto: Patrizia Bruno.