Día Internacional de los Bosques
Panamá, 21 de marzo de 2024. En el marco del Día Internacional de los Bosques, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para cada 21 de marzo, la FAO recordó que el objetivo de la gestión forestal sostenible en los países debe ser asegurar que los bosques proporcionen bienes y servicios para satisfacer las necesidades actuales y futuras, y contribuyan al desarrollo sostenible de las comunidades.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha reconocido que la gestión forestal sostenible es un concepto dinámico y en evolución que procura mantener y mejorar los valores económicos, sociales y ambientales de todos los tipos de bosques en beneficio de las generaciones presentes y futuras, según indican fuentes oficiales.
Este manejo sostenible se busca alcanzar mediante siete elementos temáticos como marco de referencia: dimensión de los recursos forestales; biodiversidad forestal; salud y vitalidad de los bosques; funciones productivas de los recursos forestales; funciones protectoras de los recursos forestales; funciones socioeconómicas de los bosques y marco jurídico, normativo e institucional.
Bajo este contexto, la FAO ayuda a los países a superar las limitaciones para contar con una gestión forestal sostenible proporcionando información y asesoramiento sobre políticas, y mediante el fortalecimiento de capacidades institucionales y técnicas.
“Cada vez que se conmemora el Día Internacional de los Bosques, se alienta a los países a adoptar iniciativas en el plano local, nacional e internacional para la organización de actividades relacionadas con los bosques y los árboles. Este año el lema es Bosques e innovación, porque gracias a la innovación y la tecnología, los países tienen ahora mayor capacidad para vigilar sus bosques e informar sobre ellos”, explicó Adoniram Sanches, Representante de la FAO en Panamá.
Para la FAO, la implementación y armonización de políticas intersectoriales, la aplicación efectiva de instrumentos de planificación, monitoreo y fiscalización, y la aplicación de innovaciones y nuevas tecnologías, pueden contribuir a detener la deforestación y degradación de los bosques.
En América Latina y el Caribe este es un tema al que se le está dando especial prioridad. La FAO trabaja con los países para que las acciones asociadas al manejo forestal sostenible se integren en otros sectores. Asimismo, impulsa la conservación, uso y manejo sostenible de los servicios ecosistémicos derivados de los bosques, como la protección de suelo, provisión de agua, biodiversidad y otros, fundamentales para preservar los bosques y su entorno, y el bienestar humano.
Según datos oficiales, el ritmo de pérdida neta de bosques en la región disminuyó de 5.5 millones de ha por año en el decenio de 1990-2000, a 2.9 millones de ha por año en 2010-2015, llegando a 2.7 millones de ha por año en el período 2015-2020.
Además, la FAO asegura que la deforestación en América Latina es, de forma significativa, más baja en territorios indígenas y tribales, donde los derechos colectivos a la tierra han sido reconocidos por los gobiernos. Así, mejorar la seguridad de tenencia de estos territorios es una forma eficiente y económica para proteger los bosques.
Acciones en Panamá
Recientemente se realizó un taller para validar el proyecto sobre los biomas de bosques críticos en Darién y comarcas, para presentar al Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), con la presencia de técnicos y miembros de la sociedad civil, organizado por el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
MiAMBIENTE informó que el proyecto se implementará en la región forestal de Darién y Comarcas, uno de los Paisajes Forestales Intactos (PFI) más grande de Mesoamérica, con altos niveles de biodiversidad de importancia mundial y reservas de carbono sustanciales. La región administrativa del Darién consta de aproximadamente un millón de hectáreas de bosques y otras tierras boscosas, 7 mil hectáreas de pastizales y 1 hectáreas de tierras de cultivo.
Agregó que la iniciativa se enfocará en cuatro tareas fundamentales, como lo son la conservación y restauración para fortalecer la gobernanza, gestión y la aplicación de las áreas protegidas; establecimiento de marcos legales y regulatorios; generación de mecanismos y capacidades de mercado/finanzas y finalmente, aprendizaje coordinado y mejorado incluyendo la cooperación regional para incrementar las capacidades, el conocimiento y el acceso a la información.
Por su parte, el punto focal del GEF-FAO para Mesoamérica, Enrique Moret, planteó las finalidades del proyecto de mejorar las condiciones de Darién y comunidades locales. Resaltó el trabajo en equipo que caracterizará al desarrollo del proyecto para lograr un impacto en la gestión que fortalecerá el trabajo en las áreas protegidas y alcanzará mejores perspectivas en los paisajes protegidos y, de esta forma logrará una toma de decisiones más cónsonas con las necesidades.