El mundo subterráneo tiene un valor que a menudo se subestima. Su importancia parece pasar desapercibida, en particular su papel vital en el almacenamiento de agua potable (un recurso que durante mucho tiempo se dio por sentado) y su contribución a la biodiversidad, ya que alberga especies únicas y ricas.
A raíz de la luz verde del Parlamento Europeo para abordar las lagunas legislativas, un equipo internacional de científicos que forma parte del proyecto Biodiversa+ DarCo, dirigido por la Dra. Tiziana Di Lorenzo, investigadora del CE3C (Centro de Ecología, Evolución y Cambios Ambientales) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa y del Consejo Nacional de Investigación de Italia, publicó un llamamiento en Science instando a que no se pasen por alto una vez más los ecosistemas subterráneos, su agua y su biodiversidad .
A diferencia de las masas de agua superficiales, que se controlan periódicamente para comprobar sus propiedades físicas, químicas y biológicas, las aguas subterráneas sufren un abandono alarmante. Al limitar su evaluación de calidad a los parámetros fisicoquímicos, se pasa por alto la valiosa información que pueden proporcionar los indicadores ecológicos sobre la salud de este recurso natural.
Según Di Lorenzo, «el impacto de los contaminantes [como los pesticidas], que se filtran en el suelo y se acumulan en los acuíferos, no se puede entender plenamente sin realizar estudios periódicos de la fauna subterránea. Estos organismos están especialmente adaptados a estos ecosistemas, pero son muy sensibles a las amenazas a las que se enfrentan».
El análisis y la comparación de datos de diferentes estudios pueden revelar si una masa de agua y su hábitat están en una trayectoria de degradación, si muestran resiliencia a las presiones o si mantienen un buen estado de conservación. Este es un claro ejemplo de la subjetividad de la legislación actual y de lo que podría mejorarse durante la Presidencia polaca del Consejo de la Unión Europea el año que viene.
La biodiversidad subterránea es única, ya que presenta adaptaciones morfológicas y fisiológicas desarrolladas a lo largo de millones de años para sobrevivir en la oscuridad perpetua de estos ecosistemas. Ana Sofia Reboleira, investigadora del CE3C, experta mundial en fauna subterránea y coautora del artículo, destaca la condición de Portugal como punto caliente de biodiversidad subterránea, a pesar de la ausencia de marcos legales para el seguimiento y la conservación de estos ecosistemas.
- Foto del isópodo de aguas subterráneas Proasellus lusitanicus. Crédito: Ana Sofía Reboleira
- Científicos del Nucleo de Espeleologia da Costa Azul exploran una cueva. Crédito: Francisco Rasteiro, Núcleo de Espeleología da Costa Azul
«La biodiversidad de las aguas subterráneas, que incluye animales especializados, hongos y microorganismos, desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la calidad del agua . Bajo la superficie se encuentra el 97% de las reservas totales de agua inmediatamente disponibles para el consumo humano. Esta biodiversidad recicla nutrientes y contaminantes, asegurando la sostenibilidad de estas reservas estratégicas, que son vitales para el futuro de la humanidad. Es imperativo implementar medidas de protección específicas», subraya el profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa.
Las lecciones del ciclo del agua nos recuerdan su perpetuidad: el agua de lluvia se infiltra en el suelo, desciende a los acuíferos, alimenta ríos y lagos y, finalmente, llega al mar, para luego evaporarse y volver a caer en forma de lluvia. Esta continuidad ilustra lo que sucede cuando la contaminación altera el ciclo: los contaminantes de las aguas subterráneas viajan a los cuerpos de agua superficiales y, finalmente, al mar, lo que agrava los impactos en cada etapa.
Abordar la protección de los ecosistemas subterráneos garantizará que los esfuerzos de conservación a nivel de la superficie sean más efectivos y eficientes, y se alineen mejor con las inversiones que atraen.
En un futuro próximo, los Estados miembros comenzarán a debatir los planes de gestión de cuencas hidrográficas para el ciclo 2028-2033, por lo que es imperativo alinear todas las herramientas disponibles para promover su éxito colectivo.
Más información: Tiziana Di Lorenzo et al, EU needs groundwater ecosystems Guidelines, Science (2024). DOI: 10.1126/science.ads8140